El Aula de Mayores de la UMA se supera con más de 2.000 matriculaciones

El Aula de Mayores de la Universidad de Málaga se supera año tras año. Con 2.144 personas inscritas, 350 más que el curso anterior, presenta un éxito de matriculaciones en su edición número 29.

Tener más de 55 años es el requisito principal para poder participar en las más de 150 actividades que plantea la programación. La vicerrectora adjunta de Formación y Participación en Igualdad, Milagros León, asegura que el objetivo que persigue el Aula de Mayores es «vincular a la sociedad malagueña que tenga más de 55 años a la UMA a través de una formación muy variada y que se proyecta a lo largo de toda la vida». Una de las oportunidades que promueve y que destaca Milagros León es «el acceso a bienes culturales, a las tecnologías de la información y promover hábitos saludables», además del espíritu del Aula, «la lucha contra uno de los males de la sociedad adulta mayor actual, como es la soledad no deseada», ya que el contacto con personas de diferentes edades al compartir espacios «favorece ese intercambio interpersonal e intergeneracional».

El Aula de Mayores cuenta este curso con una programación que abarca 160 actividades de diferentes ámbitos, distribuidas entre asignaturas, talleres y seminarios. La temática es muy variada: Historia, Historia del Arte, Filosofía, Geografía, Arquitectura, Genética, Informática, idiomas (inglés, francés y la incorporación del italiano), moldeado de barro, dibujo, teatro… La vicerrectora adjunta señala el taller impartido por el profesor Fran Martín: «Uno muy destacable es el taller de radio porque 'La Voz de la Vida' (nombre del taller) ha sido premiado el mes de octubre por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familia e Igualdad, por su lucha contra la discriminación de los mayores en los medios de comunicación. Quiero felicitar a Fran Martín por el éxito y a todo el alumnado que le acompaña en este programa».

Además de programa de radio, también graban podcasts. La vinculación de Fran Martín con este grupo de la sociedad se remonta a los inicios de su carrera profesional, cuando ya impartía talleres en Antequera. «Cuando me vine a Málaga decidí que no quería dejar esta actividad. Me surgió una oportunidad para dirigir un taller de radio en el área de mayores del Ayuntamiento de Málaga y, precisamente en la radio, encontré la posibilidad de continuar con el vínculo que tenía en mi otro trabajo, y ya hace siete años que empecé a trabajar en la Universidad en este espacio». El docente insiste en que el objetivo es «promocionar una buena imagen y luchar contra los estereotipos negativos y poner en el foco mediático y en la realidad la heterogeneidad de las personas mayores».

'Referentes positivos' es la expresión que utiliza Martín para expresar lo que le aporta el estudiantado que participa con él. El profesor asegura que le facilitan «información muy útil», ya que él, en algún momento, tendrá la misma edad que ellos. «Estoy haciendo un curso acelerado de cómo afrontar el envejecimiento durante la etapa de la adultez. Su experiencia y formación me sirven de conocimiento . A nivel personal me aportan mucha satisfacción, emocionalmente calidad porque son buenas personas, muy agradecidas, muy cariñosas…», confiesa Fran Martín.

Las palabras que tiene el profesor para sus alumnos son todas positivas y añade que trabajar con ellos «supone una responsabilidad muy grande porque implica que quieras estar a su altura», aunque afirma que «no le supone ningún problema».

Trabajar con personas mayores es una experiencia que Fran Martín considera imprescindible para cualquier docente porque «cambia la perspectiva de la profesión». Además, hace hincapié en que es necesario que se visibilice «la vida académica para los mayores», pero desde una perspectiva inclusiva, ya que declara que «el alumnado de este aula tiene un perfil muy concreto y que se puede encontrar otro tipo de personas en espacios como las asociaciones y en las casas, como esas personas que no pueden o no quieren salir».

Estas actividades tienen personas que llevan desde la primera edición. Milagros León explica que «son personas activas que viajan, que quieren atesorar un bagaje cultural para entender el mundo» y que «no puede agradecerles más la confianza que depositan en la Universidad de Málaga para esta formación que no es reglada, pero que es continua a lo largo de toda su vida y que se renueva a demanda del estudiantado, que nos pide a veces que incorporemos alguna asignatura, y en la medida de nuestras posibilidades las vamos incluyendo». La vicerrectora afirma que este espacio «ya forma parte de sus vidas, de su rutina, que han creado un grupo en el que se sienten reconocidos, como en un espacio de convivencia y de aprendizaje. Les ilusiona tanto o más como a las personas que estamos en el proyecto».

Los estudiantes que pisan la Universidad de Málaga suelen ser jóvenes de entre 18 y 25 años, edad que se aleja de los que forman el Aula de Mayores. La vicerrectora expone que, como no son estudios reglados, «no siempre llevarán una evaluación ni una prueba de aprendizaje, sino que es por el placer de aprender». Es por esto que el alumnado practica una «escucha activa, aprovechan y se interesan por todo. Es raro una sesión sin preguntas. La diferencia está ahí, en que no tienen la presión que sufren los alumnos jóvenes». Por otro lado, León confiesa que son «exigentes y que cuando se pone delante del docente tiene inquietudes y los docentes no estamos acostumbrados a tanta participación». Milagros León: «Salgo agotada de las clases, pero muy reconfortada porque mi vocación como docente se ve confirmada día tras día». Fran Martín coincide con la vicerrectora y añade que los alumnos «llevan al máximo extremo el aprender por aprender, lo que es muy bueno para el docente».

Además de las sedes principales en Málaga (Campus de Teatinos, el Ejido y la sede cultural La Térmica), que puede dificultar el desplazamiento de los alumnos que no residan en la capital, el Aula de Mayores pretende expandir su edición a Vélez-Málaga y Marbella, donde también tienen sede.

La vicerrectora cuenta que «quieren arrancar los cursos en primavera». «Tenemos previsto seguir recibiendo estudiantado que viene de otros centros europeos de formación permanente para mayores, de los que somos receptores ya durante dos cursos académicos. Estamos trabajando para conseguir el sello Erasmus y que el estudiantado de la Universidad de Málaga pueda viajar en un futuro y hacer intercambio en Europa. De todas formas, Málaga sigue siendo referente dentro de lo que es la formación para mayores, dentro no solo del contexto nacional, sino también europeo y seguiremos trabajando para que se mantenga la oferta, que sea una oferta de calidad y que la ciudadanía malagueña siga confiando en su universidad, en la Universidad de Málaga».

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