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Julio Portabales
Martes, 21 de mayo 2024, 10:28
Antonio Guevara es el decano de la Facultad de Turismo y catedrático del departamento de Lengua y Ciencia de la Computación en la Universidad de Málaga. Fue vicedecano en 2000 y a partir del 2010 se presentó al decanato. Ha participado en la creación del Libro Blanco de los Estudios de Turismo de España, ha presidido la Red Interna de turismo de Posgrado de toda España y actualmente es el presidente de la Conferencia Española de decanos y decanas de Turismo de España…
Uno de sus últimos logros ha sido ser nombrado como uno de los 150 profesionales turísticos españoles más influyentes del 2023. La consultora Sergestur (Servicio de Gestión Turística) presentó este listado que permite conocer quién es quién y cómo aportan al ecosistema turístico.
–Ha sido nombrado como uno de los 150 profesionales turísticos más influyentes de 2023. ¿Cómo se siente?
–Para mí personalmente la verdad que cuando me lo comunicaron fue un orgullo porque te sientes bien, pero siempre soy una persona que el que me conoce sabe que realmente, el que yo esté ahí, es fruto del equipo de gente que me rodea. Personas maravillosas que trabajan conmigo en la facultad y me ayudan hacer todo este tipo de cosas con su proactividad. Es una alegría que hayamos aparecido dentro de los 150 profesionales, lo que pasa que está reflejado en mí, como Antonio Guevara.
–¿Cuál es el punto de conexión entre la UMA y el turismo de la ciudad?
–Soy miembro del Foro de Turismo de Málaga. El Foro de Turismo es un órgano asesor del Ayuntamiento, es decir, no toma decisiones, solo asesora, luego el Ayuntamiento es el que decide. Además, aparte, la UMA participa en Turismo y planificación de la Costa del Sol. Entonces, la Facultad de Turismo está súper integrada en todo el tema. Estamos haciendo el observatorio de Turismo Sostenible. Málaga, digamos, ha entrado dentro de la Organización Mundial de Turismo para intentar ser un destino más sostenible de lo que es. Lo que hemos creado con ello es el Instituto de Sostenibilidad Turística. Nosotros estamos desde la universidad ayudando a hacer los indicadores, por una parte desde el punto de vista del marketing, de la economía, etcétera. Y, por otro lado, haciendo una plataforma que ya veremos en breve, donde vamos a poner todo ese indicador a disposición del público. Creo que la Facultad de Turismo ha ido creciendo igual que ha ido creciendo Málaga.
–¿Cuál debe ser el papel de la Facultad de Turismo en estos casos?
–Como profesores e investigadores docentes tenemos que exponer algunas cosas que creemos que no se hacen bien del todo. Nosotros somos defensores, por ejemplo, de la planificación turística y decimos que no se puede permitir que el mercado lo organice todo automáticamente. El mercado hay que ayudarle, porque a veces va hacia un lado y en un momento determinado puede reventar y queda completamente todo mal. Para poner un ejemplo, que todos conocemos: la explosión de hostelería que ha habido en el centro. No estamos en contra de la hostelería, por supuesto, de hecho tenemos un título de ciencia gastronómica, participamos en un montón de sitios… Lo que sí creemos es que los lugares donde se ponen los establecimientos hay que programarlos. No puede ser que cualquiera pueda poner un establecimiento en cualquier sitio.
Siempre pongo el mismo ejemplo, calle Larios. En la calle Larios no hay bares, ni restaurantes... Solamente está la cafetería Lepanto que ya estaba antes y no la van a quitar. La idea es: vamos a planificar para que ya no se pongan más.
–La palabra es planificación.
–Exacto. Hay mucha gente que cuando habla de la palabra planificación parece que es como control, porque les recuerda al comunismo, pero no es así. Por ejemplo, en las viviendas con fines turísticos. La eclosión que ha pasado en Málaga tiene una cantidad de viviendas con fines turísticos brutales, lo que habría que haber pensado antes dónde se pueden poner, dónde no se pueden poner, dónde se pueden concentrar o no concentrar… Ese tipo de cosas, lo que es una planificación en una ciudad.
Nosotros en el foro participamos siempre mucho. Por ejemplo, hemos hecho un informe sobre la tasa turística, que nosotros le llamamos Fondo de Competitividad Turística. Estamos muy acostumbrados si viajas y vas a Roma pagas allí por dormir. Es decir, aquí hay una inversión y parece que la gente va a dejar de venir si tiene que pagar. Tú vas a Cataluña y pagas un euro por cada noche que estés. ¿Ahora qué ocurre? Lo que hay que coger es ese importe y reinvertirlo.
–¿Cree que el turismo perjudica a ciertos sectores?
–Últimamente hay gente que piensa que el turismo les perjudica y no es verdad. Aquí hay muchísimas personas que viven del turismo por el efecto inducido que tiene. Entonces, lo que estamos intentando desde la universidad es investigar el impacto inducido que tiene el turismo en otros sectores. Por ejemplo, de cada 100 € que se gasta un turista en Málaga, ¿cuánto dinero va a la inclusión social?, ¿cuánto dinero va a educación?, ¿cuánto dinero va a sanidad?... Así que ese tipo de cosas son las que hay que poner de relevancia para que la gente sepa.
Digamos, por una parte, que el turismo es importante como industria y economía para la sociedad, pero por otro lado no se puede ir creciendo ilimitadamente porque al final la gente quiere un destino que tenga algo diferente. Yo escucho a los malagueños decir: «ya no vamos al centro».
–Muchos malagueños se quedan en los barrios.
–Claro, ya no vamos al centro. Nos estamos refugiando en los barrios, como es el caso de Huelin. Al final no hay cosa peor para el turismo que cuando alguien vaya a un sitio nada más que haya turistas. Tiene que haber turistas y ciudadanos. Esto es lo que hay que ir trabajando. Creo que el Ayuntamiento está en esa línea. Ellos están en la línea de ir por un tipo de turismo de calidad.
–Cada vez se escucha más la famosa frase de 'Málaga ya no es de malagueños', ¿está de acuerdo con esta afirmación?
–Hay que entender que Málaga no está colapsada. Lo que está colapsado es el itinerario, que yo le llamo, de la almendra: calle Larios, calle Granada, calle Calderería, Plaza del Siglo, Plaza Uncibay… Tú, por ejemplo, estás en calle Larios, sales y te vas a calle San Juan y ya ahí no hay nada. Ese es el tema de la diversificación. El problema de Málaga es que tiene un centro tan pequeñito que ahí estamos muy concentrados. Nosotros somos partidarios de llevar algunos eventos a otras zonas. Tú vas a Madrid y a lo mejor eres capaz de dormir en Getafe y coger el cercanías a Madrid y tal, pero al final todo el mundo se concentra en la Gran Vía, en la Puerta del Sol. Entonces tú tienes un poco que diversificar todo esto. Pero eso se lo digo mucho a la gente: «no hay que demonizar el turismo, porque el turismo es un sector estratégico, pero bien llevado».
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