La muestra reúne paneles informativos y piezas arqueológicas de sus excavaciones. :: fernando gonzález

La memoria cierta de Miguel Such

Una exposición en el Rectorado pone en valor las investigaciones de este arqueólogo malagueño, que murió en el exilio en 1945

M. EUGENIA MERELO

Martes, 28 de octubre 2014, 17:50

No era Indiana Jones. No había un arca perdida. No hacían falta las grandes escenas ni los efectos especiales. Pero era un apasionado de la arqueología y su vida tuvo algo de película y mucho de aventura. Miguel Such (Málaga, 1889-Bogotá, 1945) era y es un desconocido para buena parte de sus paisanos, pero fue un palentólogo adelantado a su tiempo y un científico autodidacta que, como otros muchos casos a los largo de la historia, vio cómo su trabajo pasaba desapercibido en su tierra y obtenía el reconocimiento más allá de sus fronteras.

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La Universidad de Málaga reivindica ahora el trabajo y las aportaciones de este pionero, autor de los primeros trabajos arqueológicos en yacimientos prehistóricos de la provincia de Málaga. Y lo hace con una exposición, 'Miguel Such. 125 años de arqueología', inaugurada el pasado miércoles en la sala de la Muralla del Rectorado, abierta hasta el 15 de noviembre, que recoge, de forma monográfica, parte de los resultados de su primera labor investigadora en el campo de los estudios prehistóricos.

La vicerrectora de Extensión Universitaria, Chantal Pérez; el comisario de la exposición, José Ferrer, la directora del Museo de Málaga, María Morente y Javier Such, nieto del arqueólogo homenajeado, presentaron esta cita con la memoria cierta de un científico que «supo estar a la altura de su tiempo», explicó el comisario de la muestra. Los paneles y piezas arqueológicas, pertenecientes a los fondos del Museo de Bellas Artes de Málaga, recorren los resultados de sus primeros estudios prehistóricos. «La colección Such -destacó el doctor Ferrer- es en realidad el aval científico que demuestra la validez de las conclusiones a las que llega, entre 1917 y 1920, en la investigación de un yacimiento ya emblemático en la Prehistoria malagueña, la Cueva del Hoyo de la Mina». Los trabajos y conclusiones de Such se vieron verificados por un proyecto de investigación llevado a cabo por la propia Universidad de Málaga entre los años 1996 y 2000.

Javier Such agradeció en nombre de la familia el reconocimiento que hace la UMA a los trabajos de su abuelo, al que como la mayor parte de la familia actual «no pudimos conocer personalmente ya que desde 1938 vivió fuera de España y sus últimos años los pasó en Colombia, alejado de los suyos y de su patria, pero pudiendo mantener viva su pasión por la arqueología aunque aplicada a otras culturas».

Y es que la convicción republicana llevó a Such al exilio en Francia. Después se trasladó a Colombia, donde trabajo como profesor. Allí murió en 1945.

Miguel Such no tuvo una formación académica específica, pero si una inmensa curiosidad por aprender y una pasión compartida por varas ciencias y disciplinas afines: la geología, la espeleología, la fotografía y la arqueología. Frecuentaba los círculos intelectuales de principios de la Málaga del XX, en donde, a veces, coincidía con su primo, el poeta Emilio Prados Such. Los trabajos de este hombre inquieto llamaron la atención del catedrático de Prehistoria francés Henry Breuil, quien le animó a publicar los resultados de sus investigaciones sobre la cueva de Hoyo de la Mina.

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La publicación 'Avance al estudio de la caverna Hoyo de la Mina' vio la luz en el año 1920. Consiguió el reconocimiento en Inglaterra, Alemania y Francia. Tuvo que esperar a 1929 para que sus investigaciones fuesen valoradas tras exponer en la Exposición Internacional de Barcelona parte de sus colecciones de Hoyo de la Mina y de Cueva Tapada. El malagueño continuó explorando e investigando en cuevas de distintos puntos de la provincia. La Guerra Civil puso fin a esa valiosa investigación.

María Morente, directora del Museo de Málaga, apuntó que Such vivió un momento interesante, finales del siglo XIX y principios del XX, en el que «la arqueología deja de ser una búsqueda de tesoros y se convierte en una investigación con metodología».

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En el Museo de Málaga

Morente recordó que la familia Such donó al Museo de Málaga la colección producto de sus investigaciones y adelantó que el futuro Museo de Málaga recuperará a creadores y personajes malagueños a través de sus colecciones de Arqueología y de Bellas Artes. Y uno de ellos será Miguel Such. Un malagueño que aplicó el rigor científico en sus trabajos arqueológicos, injustamente olvidado durante décadas. La exposición recupera una investigación y una vida que tuvo algo de película y mucho de aventura.

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