Poda salvaje de árboles en Fuengirola

Las podas de los árboles son solicitadas en ocasiones por los propios vecinos de las viviendas situadas en las proximidades porque las ramas, además de quitar luz a las casas, golpean las ventanas y las paredes de los edificios. Es lo que ocurre en algunos puntos de la ciudad, pero no en Fuengirola. Mikhail Klimov denuncia a esta sección «la actividad ilegal e inhumana» de la que fue testigo el pasado miércoles por la mañana: la «poda» él mismo prefiere escribirlo entre comillas del árbol de los jardines del edificio Miramar (situado entre las avenidas Miramar y Santa Amalia de Fuengirola). Según explica Klimov, los vecinos del edificio no tenían conocimiento de la poda y estaban en contra de la misma. Este ciudadano solicitó a los operarios el permiso necesario para el corte y le comunicaron que se trataba de unos trabajos acordados, pero que el permiso era información privada. «Al volver a pedirles explicaciones, me dijeron que se trataba de una poda y no de un corte definitivo, pero nada más empezar a hacer las fotos, pararon los trabajos y empezaron a esconderse, remitiéndome a los jardineros locales como superiores». Y es que, según relata el vecino, la empresa encargada del trabajo no pertenecía al Ayuntamiento. «Los que vinieron son unos auténticos bárbaros porque durante sus labores casi destruyen unos pinos que crecen al lado del árbol, sobre los que caían las ramas cortadas», señala. Otra de las razones por las que Mikhail Klimov no está de acuerdo con la poda es la destrucción de un centenar de nidos instalados en el árbol.: «Lo peor es que es época de crías y he visto algún que otro pequeñajo por el suelo estos días porque todavía no saben volar bien». Por la tarde, Klimov siguió insistiendo para conseguir más información hasta que los jardineros y el administrador de la finca le comunicaron que el citado árbol está dañando el aljibe y las tuberías de agua. Aún así, el vecino de Miramar cree que se trata de una actividad «indignante». «Tantos programas educativos y medioambientales para conservar el medio y luego hacemos barbaries como ésta», concluye.

Camino Viejo de Vélez. Vallado en mal estado

La remodelación del Camino Viejo de Vélez, situado entre Rincón de la Victoria y Torre de Benagalbón, se inició hace unos años con el objetivo de mejorar el pavimento y los servicios urbanos de varios tramos comprendidos entre esas dos localidades. La mayoría de los problemas se han solucionado, pero todavía quedan algunos flecos sueltos que los vecinos de la zona quieren resolver. María vive en el Rincón de la Victoria y va todos los días andando por Camino Viejo de Vélez hasta llegar a la pequeña capilla de Lo Cea. Durante el trayecto se encuentra con un vallado que está en el mal estado que muestra la fotografía de arriba. «Esta valla es un peligro porque la mayoría de las veces está invadiendo la acera. Cualquier persona va andando sin mirar y puede meter el pie y caerse, o los niños que van corriendo casi siempre pueden sufrir un accidente», denuncia la ciudadana.