El mediador de seguros: un aliado necesario que aporta valor y asesoramiento

Una humedad en el techo del baño es un incidente corriente que, normalmente, se resuelve sin demasiados problemas. Una llamada al seguro suele ser suficiente para que la maquinaria se ponga en marcha y se ataje la incidencia de inmediato. Sin embargo, el asunto puede ser más complicado si el escape afecta a la seguridad, a terceros, a la estructura de la vivienda o a la comunidad. Ese es uno de los momentos en los que el mediador se convierte en figura básica para liberar al asegurado de trámites y llamadas y acompañarle en todo el proceso, manteniendo informado a su cliente y ayudándole a resolver cualquier duda que le pueda surgir. 

Pero, aunque esta labor es muy importante por si sola, la realidad es que estos profesionales son mucho más que gestores y acompañantes en el momento del siniestro. Un buen mediador de seguros es un estratega de confianza que diagnostica los riesgos de sus clientes, compara el mercado, analiza sus necesidades y les aconseja a la hora de la contratación para que estén lo mejor protegidos posible en todos los aspectos. También revisa cada año las pólizas contratadas y rebalancea si es preciso y, sobre todo, ahorra tiempo y disgustos. Es alguien que se pone en los zapatos de la persona o la empresa a la que asesora y le acompaña en sus decisiones. Un rol que en tiempos volátiles cobra aún más importancia, porque garantiza tranquilidad y seguridad.

Cercanía y profesionalidad

Un buen mediador busca siempre mejorar la situación y la protección de sus clientes y, según un reciente estudio elaborado por Gain Dynamics para MAPFRE, no encarece necesariamente el precio final que pagan los asegurados, sino que les permite acceder a productos más completos, como los seguros de auto a todo riesgo o pólizas de vida y decesos, con precios más ajustados. 

Los altos niveles de confianza también se demuestran en cifras. Según este informe ‘El valor de la mediación’, elaborado por MAPFRE, el 51% de las contrataciones de seguros en España se realiza a través de canales mediados, y 7 de cada 10 personas que se informan a través de esta vía acaban contratando una póliza, lo que evidencia la eficiencia de este medio y la importancia que dan muchos clientes a contar con alguien que les atienda de tú a tú. 

Además del acompañamiento y la confianza, los clientes también agradecen que se les hable con claridad, porque los productos financieros son cada vez más complejos y no siempre es fácil aterrizarlos a un lenguaje sencillo. En este sentido, los mediadores también cumplen una labor necesaria para que los clientes contraten bien y con sentido. Adaptan, en definitiva, el seguro a la vida real y singular de cada interesado, evitando dos errores habituales que salen caros: el infraseguro, es decir, quedarse corto, y el sobreseguro, pagar más por coberturas que no se necesitan o están duplicadas en los diferentes seguros. 

Y esto suele pasar porque muchas veces se compra por precio, sin fijarse en la cobertura real de la póliza ni en el servicio, que es lo realmente importante; en otros casos, no se actualiza el contrato o las cantidades aseguradas cuando algo cambia en la vida o en el negocio. Así, mientras que un buen seguro protege a las personas en ámbitos clave como la salud, la familia, el hogar, la jubilación, la movilidad e incluso el ahorro, un seguro inadecuado puede dejar huecos y exclusiones sorpresa que luego pasan factura. 

Por eso es tan importante la labor de entidades como MAPFRE, que cuenta con un amplio equipo de expertos que ofrecen asesoramiento profesional y personalizado en las más de 3.100 oficinas repartidas por toda España, incluso en las localidades más pequeñas. Una red que sigue ampliándose para llegar a más gente y trabajar para que el seguro cumpla con la función social para la que se creó: dar tranquilidad y estabilidad.

Una profesión en alza

El mediador de seguros es un profesional cada vez más demandado. Su papel crece en importancia a la vez que se incrementa la complejidad de los productos de ahorro e inversión y aumenta la incertidumbre y volatilidad en el entorno. 

La profesionalidad del mediador de seguros se ha ido incrementado con el paso de los años, hasta convertirse en una figura que genera confianza tanto a particulares como a empresarios. El sector ofrece oportunidades muy interesantes para titulados universitarios y otros perfiles, siempre que tengan vocación de servicio e interés en trabajar con personas. 

Para quienes estén interesados en acceder a esta profesión, MAPFRE. ha puesto en marcha Emprende Con MAPFRE, por el que busca profesionales dispuestos a emprender, a los que les ofrece un plan de capacitación y apoyo para desarrollarse como especialistas financieros y aseguradores.

El objetivo de este plan es preparar a los emprendedores para asumir la gestión de una oficina delegada como profesionales independientes, una vez consolidada la etapa de formación y aprendizaje. Esta se ajusta de forma individualizada, en función de la experiencia y conocimientos previos de cada emprendedor, abordando las temáticas necesarias para favorecer un exitoso desarrollo profesional en materia financiera y aseguradora.