Hace 27 años: El accidente que convirtió en tragedia un viaje escolar

El viaje cultural que el 16 de febrero de 1990 emprendieron tres profesores y 55 alumnos de COU del instituto María Zambrano, de Torre del Mar, se tornó en tragedia de forma cruenta. Los estudiantes iban de viajes de estudios a Madrid, donde pensaban visitar la exposición de Velázquez que por aquel entonces acogía el Museo del Prado, el Planetario y una central térmica, pero no llegaron a su destino.

El autobús había salido de noche de la localidad de Torre del Mar y volcó horas más tarde al tomar una curva de enlace de la carretera de Andalucía con la M-30, a la entrada de Madrid. La investigación determinó que el el exceso de velocidad fue la causa del accidente, que se produjo en una curva muy cerrada, con límite de velocidad a 40 kilómetros hora. El autobús cayó por un terraplén dando dos vueltas de campana, quedando con el techo totalmente arrancado, por lo que los bomberos tuvieron que intervenir para rescatar a algunos heridos del interior del vehículo.

Algunos de los jóvenes manifestaron que el accidente les había cogido durmiendo o escuchando música, y que todo había sido muy rápido. "Cuando nos hemos querido dar cuenta ya estaba el autocar boca abajo», manifestaron a SUR.

Las autoridades municipales madrileñas ofrecieron al Ayuntamiento de Vélez-Málaga cualquier tipo de ayuda para traslado de los heridos, así como alojamiento en Madrid para aquellos accidentados que debían permanecer en la capital.

Los estudiantes fallecidos, Joaquín Sánchez Pedrosa, de 18 años, y María de los Ángeles Palomo, de 17, murieron a causa de «politraumatismos graves». El joven fallecido había manifestado reiteradamente su deseo de donar sus órganos en el caso de que algún día le ocurriera algo. Tras conocerse la noticia de su muerte, sus allegados se pusieron en contacto con el hospital para que este deseo fuera llevado a cabo, lo que no pudo realizarse al haber ingresado ya cadáver en el centro sanitario.

El conductor y propietario del autocar, de 24 años, dio negativo en control de alcoholemia que le fue practicado en el hospital. El autocar cumplía la normativa legal.

El trágico accidente conmocionó a toda la provincia y de forma especial a la Axarquía, de donde eran los estudiantes accidentados. Momentos de intensa emoción y escenas de gran dramatismo se vivieron a la llegada de los jóvenes que no sufrieron lesiones en el accidente del autocar, o que habían sido dados de alta, y que regresaron a Málaga vía aérea acompañados por familiares y autoridades.

La alegría del reencuentro se mezcló con la tristeza por la desaparición de los dos fallecidos en el suceso y por el estado de gravedad de otros seis alumnos del instituto, que permanecían en la UCI. El entierro de los estudiantes fallecidos fue una impresionante manifestación de duelo en Chilches y Torre del Mar, de donde eran naturales.