Francisco Oliva Blázquez: «Todavía arrastramos estigmas y tópicos injustificados que nos acomplejan»

- Si tuviera que explicarle a alguien cómo es Andalucía, ¿qué le diría?

- Le diría que es un lugar con un extraordinario pasado histórico en el que han convivido muy diversas culturas, las cuales han aportado riqueza y sabiduría a nuestra comunidad y han marcado la sociedad que actualmente somos: gente culta, amable, abierta y en el que la pasión por el conocimiento, la tolerancia, la solidaridad y la pasión se palpan por todos sus rincones. Andalucía es una tierra repleta de espacios naturales y culturales inigualables a nivel mundial en la que habita un pueblo orgulloso de sus raíces, de su inconmensurable pasado y de su presente.

- ¿Qué es para usted ser andaluz?

- Para mí ser andaluz implica ante todo ser una persona familiar y rodeada de amigos que dotan a tu vida de sentido. Es ser solidario con quien más lo necesita y comprometido con el futuro de esta tierra que tanto amamos. Es amar nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestra forma especial de vivir.

- ¿Cuál cree que es y debe ser el papel de Andalucía en el contexto español?

- Andalucía es la Comunidad Autónoma más poblada y, probablemente, la más conocida fuera de nuestras fronteras. Su peso y su significado histórico en el sistema autonómico español la dotan de una presencia e importancia innegable en la toma de decisiones a nivel nacional. En cualquier caso, tenemos que ser un referente más potente del desarrollo social, del progreso económico así como de la evolución hacia una sociedad menos dependiente del sector servicios que apueste claramente por el conocimiento, la tecnología, la ciencia y la investigación. Tenemos todos los mimbres necesarios para hacerlo, y depende de nosotros lograrlo.

- ¿Cree que Andalucía tiene el suficiente nivel de autogobierno?

- Andalucía entró en el sistema de las autonomías por la puerta grande el 28 de febrero de 1980, gracias al esfuerzo de aquella sociedad que decidió rebelarse frente al aparentemente inevitable destino y exigir un nivel de competencias similar al de las nacionalidades históricas. Se trató de un acontecimiento irrepetible que todavía nos llena de orgullo a las personas que vivimos en esta Comunidad Autónoma. Desde entonces las competencias adquiridas no han parado de crecer, e incluso reformamos en el año 2008 nuestro Estatuto de Autonomía con el fin de seguir incrementando nuestro techo competencial. Por lo tanto, puede decirse que hemos alcanzado un nivel elevado de autogobierno, si bien siempre existe la posibilidad de mejorar y de lograr determinadas competencias, dentro del marco constitucionalmente fijado, que redunden en beneficio de los andaluces y andaluzas.

- ¿Qué le falta a Andalucía y a los andaluces?

- No creo que sea una cuestión de lo que nos falta. Se trata más bien de una carencia en la percepción que se tiene de nosotros. Falta que desde fuera se asuma el valor y la potencialidad de nuestra Comunidad Autónoma. Que se reconozca nuestra riqueza cultural, el éxito de nuestras investigaciones, los aciertos de nuestras iniciativas educativas y de innovación social, o la proyección internacional de muchos de nuestros proyectos empresariales. Desgraciadamente todavía arrastramos ciertos estigmas y tópicos injustificados que lastran nuestro desarrollo, que nos acomplejan, y por eso es esencial ignorar tales clichés y pasar a centrarnos única y exclusivamente en nuestras sobradas capacidades para construir una sociedad mejor.

- ¿Cuál es la principal virtud de Andalucía y de los andaluces?

- Yo diría que nuestra capacidad de resistir y nuestra resiliencia, esto es, la habilidad para afrontar los embates de la vida y de adaptarnos a los cambios con el objeto de salir reforzados de cada giro de la historia.

- ¿Cómo ve el futuro de Andalucía?

- No puede negarse la evidencia de la situación tan difícil que estamos atravesando a todos los niveles, económico, social, político, etc. Pero el pueblo andaluz, si por algo se ha distinguido a lo largo de su historia, es, como acabo de señalar, por su resiliencia así como por su capacidad de avanzar y crecer. Si comparamos la Andalucía que alumbró nuestro Estatuto de Autonomía de 1981 con la actual veremos que las diferencias son abismales, y por eso estoy convencido de que, con el esfuerzo de todos, seguiremos creciendo y desarrollando nuestra tierra. Pero para ello es imprescindible prepararse adecuadamente para la sociedad post-Covid, una sociedad que ha de construirse en torno a los ejes de la sostenibilidad y la digitalización, y que debe apostar decididamente por la ciencia y la investigación de excelencia así como por una formación de calidad. De esta forma saldremos reforzados y con un futuro mejor de esta crisis, estoy seguro de ello.

- Díganos una obra o un personaje de referencia y por qué.

- Cuando tenía quince años leí dos obras de un andaluz universal que me marcaron para siempre: 'El Romancero Gitano' y 'Poema del Cante Jondo'. A través de los versos magistrales de Federico García Lorca pude comprender el universo mágico de nuestra tierra, la majestuosidad del flamenco y, en definitiva, tomé conciencia de lo que significaba ser andaluz. A pesar del tiempo transcurrido, sigo recordando perfectamente aquel momento en el que me enfrenté con bisoñez al contenido de estas piezas esenciales de la historia de la literatura andaluza y la iluminación que aportaron a mi vida.

- Díganos un referente o emblema cultural, musical, gastronómico, monumental o natural de Andalucía...

- Para mí, por muy obvio y repetido que pueda parecer, el flamenco, patrimonio inmaterial de la humanidad, es el emblema cultural y musical más destacable de Andalucía. Desde pequeño lo he escuchado, he asistido a numerosas actuaciones e incluso he tenido el placer de conocer a grandes maestros que lo han elevado a altísimas cotas de excelencia y creatividad, como El Lebrijano. El flamenco impregna nuestra forma de ser, nuestra vida diaria y otras muchas expresiones culturales que nos rodean, y por eso creo que tenemos el deber moral de protegerlo y apoyarlo como expresión cultural única de nuestra tierra.

- Un lugar en Andalucía que recomendaría a un amigo.

–Andalucía está llena de lugares únicos, y por ello es muy difícil escoger uno de entre todos los que en este momento tengo en mente. No obstante, a ese amigo le recomendaría seguramente el Parque Nacional de Doñana y su entorno, especialmente Sanlúcar de Barrameda. Es un espacio inigualable, en el que se puede disfrutar de una naturaleza incomparable así como de unas costumbres y gastronomía singular que llenan los sentidos.

- ¿Un lugar de Málaga para perderse?

- Desde que nací paso con mi familia los veranos en La Cala del Moral, un pequeño pueblo marinero a las puertas de Málaga que ha ido creciendo a lo largo del tiempo pero que, a pesar de todo, sigue manteniendo parte de su sabor originario. Me encanta caminar y hacer deporte por su paseo marítimo y muy especialmente por el camino que bordea El Cantal, en el que puedes asomarte literalmente sobre el mar y contemplar la naturaleza mediterránea en todo su esplendor. Se trata de un sitio mágico de nuestra Costa del Sol en el que siempre me gusta perderme.