Secciones
Servicios
Destacamos
CLAUDIA SAN MARTÍN
Lunes, 21 de diciembre 2020, 01:00
Esta crisis ha evidenciado la realidad de muchas familias que, aunque se intentó paliar hace años en los mismos centros educativos, ahora sigue más latente que nunca: la brecha digital. Recordamos, incluso, al comienzo de la pandemia a aquellos pequeños que se quedaron atrás al no poder acceder a las plataformas escolares: bien por falta de medios o de conocimientos. En ambos casos, la tecnología aún no ha llegado para todos.
Desde la Fundación 'La Caixa' y CaixaBank se pretende paliar esto con la dotación de los recursos necesarios a las entidades que atienden a personas en situaciones de vulnerabilidad. Siguiendo esta línea, continúan su actividad y fortaleciendo su unión con la Fundación Victoria, en funcionamiento desde hace 29 años como continuación de la obra educativa de la Diócesis de Málaga. De esta forma y atendiendo las necesidades de las familias que se enmarcan dentro de los centros educativos de la Fundación, han destinado 20.000 euros para que se adquieran 47 equipos informáticos, en situación de préstamo para los núcleos familiares que lo necesiten con el fin de que los niños sigan aprendiendo y formándose con la normalidad que la situación requiere.
De sus 29 centros educativos, algunos como el Colegio Padre Jacobo, Colegio Cristo Rey, Colegio Espíritu Santo, Colegio San Patricio o el Colegio Divina Pastora, son 9 los elegidos para recibir estos dispositivos electrónicos. En concreto, y como explica Charo Villalba, directora del departamento pedagógico de la Fundación Victoria, serán ordenadores tipo 'Chromebook', diseñados especialmente para facilitar el acceso, el manejo y el aprendizaje de los pequeños. «Estos dispositivos llegarán a unas 80 o 90 personas, porque en muchas familias lo necesitan más niños o niñas. Además, establecemos criterios muy claros de selección en los que se constata la necesidad real», cuenta Villalba.
De la elección de esas familias se encargan los mismos responsables de los centros, quienes conocen de sobra su situación. En el de Luis Merino, director del Colegio Obispo San Patricio, explica que se han seleccionado a 11 familias que precisan estos ordenadores y que reconocen que en estos momentos para ellos «es una ayuda esencial». «Si volvemos a un confinamiento estricto habrá familias que no se puedan conectar, como pasó en los meses de marzo, abril, mayo... En nuestro centro hay más de 700 alumnos, lo que aumenta las probabilidades de que muchas personas tengan esta brecha digital», comenta.
Merino explica que muchas de esas familias que ahora necesitan más que nunca una mano amiga antes «ya pasaban por dificultades», así que en estos momentos, en los que la crisis económica está más que latente, es cuando no dejarán a nadie atrás, a pesar de «las situaciones extremas» por la que muchos están pasando.
Otra de las iniciativas que desde la Fundación Victoria han puesto en marcha es un reparto de juguetes para esos niños y niñas de sus centros que saben que esta Navidad puede que no reciban un regalo. Gracias a la comunidad malagueña, han podido reunir los suficientes recursos para entregar juguetes a 50 niños y no dejar que se escape su ilusión, que ahora es más necesaria que nunca.
Lo cierto es que este año los Reyes Magos han aparecido por Málaga mucho antes de lo esperado, porque en el colegio de Luis Merino, nueve familias asistieron a por sus juguetes la semana pasada: «Muchos no pudieron venir al reparto, pero quedamos con ellos para que pudieran acudir al colegio a por los regalos. Las familias están muy agradecidas e intentamos ayudarlas en todo lo que podemos», apunta.
Además, desde la Fundación Victoria mantienen sus tradiciones navideñas intactas y este año hacen una propuesta de Belén real que es todo un acierto: Desde ayer ya se puede visitar en su página web, fvictoria.es, un Nacimiento «viviente diocesano» que han subido a su canal de Youtube. Casi más que un Belén real (ya el sexto), es una representación de varias escenas en las que muchos pequeños de sus centros son los protagonistas. Eso sí, es una Navidad atípica para los habitantes de Belén porque todos los personajes llevan mascarilla y guardan la distancia de seguridad, adaptándose, como todo, a una nueva vida en la que la solidaridad no pasa de moda.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.