Un vecino de Mijas asiste en un parto a un tiburón en Fuengirola

Poco antes de las nueve de esta mañana Antonio Carrillo ha vivido una de las experiencias más gratificantes e insólitas de su vida. Camino al trabajo, avistó en la orilla de la playa del Castillo de Fuengirola un ejemplar que creyó que era un delfín. Su amor por los animales hizo que desviara su destino unos instantes para ayudarlo a regresar al mar y, al llegar a la orilla recibió con sorpresa una doble noticia: se trataba de un tiburón y estaba de parto.

En un primer momento su intención era arrastrar al animal, de más de dos metros de largo, desde la cola mar adentro "porque parecía cansado pero no tenía signos de estar herido o enfermo", recuerda este carpintero. Fue entonces cuando, tras empujar mar adentro desde esta posición vio otra cola pequeña que le nacía del vientre. "Mi primer pensamiento fue, si fallece la madre al menos que las crías vivan", y con esa intención comenzó a ayudar al animal oprimiéndole el vientre mientras nacían, una a una, hasta diez crías "que aparentemente están en perfecto estado de salud".

La llamada al servicicio de Emergencias del 112 Andalucía que hizo el propio vecino sirvió para alertar a la Guardia Civil del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) pero, "todo ocurrió tan rápido", recuerda, que apenas les dio tiempo a llegar cuando otro compañero de la Benemérita de servicio colaboró con el vecino en el alumbramiento. Ambos asistieron a esta especie mamífera sin importarles que estaban metidos en el agua durante la mañana más fría de lo que llevamos de primavera y ante un animal de potente mandíbula que, según describe Calvillo, "iba ganando fuerza conforme daba a luz".

Al comprobar que madre y crías estaban en perfectas condiciones decidieron acompañarla mar adentro y esperar un tiempo prudencial para comprobar que el agua no volvía a escupirlas. Efectivamente, mamá tiburón y sus retoños nadaron sin dificultad por aguas del Mediterráneo gracias a la ayuda de este vecino y de la Benemérita.