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EUGENIO CABEZAS
Domingo, 28 de julio 2013, 23:11
La Costa del Sol está ya plenamente inmersa en la temporada estival, en la que las previsiones de llegada de turistas extranjeros son más que halagüeñas, debido especialmente a la gran inestabilidad política y social de otros destinos mediterráneos, hasta ahora emergentes, como son los países del norte de África y Oriente Medio. Pero no sólo los hoteles y los negocios de hostelería están beneficiándose de la llegada de visitantes. Las cadenas de supermercados también tienen un trozo del pastel, debido al importante peso del turismo residencial.
Los establecimientos costeros incrementan en estos meses el número de referencias de productos de importación, que pueden alcanzar hasta el 80% del total en algunos casos, según confirma el director de expansión de Spar en Andalucía, Antonio Colsa. Esta cadena de origen alemán es una de las clásicas de los supermercados de costa. Durante unos años perdió su presencia, pero ahora ha vuelto como franquicia con un ambicioso objetivo: llegar a 40 establecimientos en los próximos años, a pesar de que actualmente tan solo cuenta con cuatro: uno propio en Pizarra y tres franquiciados en Almogía, Fuengirola y la capital. La próxima apertura está prevista para septiembre en Mijas, uno de los municipios con mayor presencia de población foránea durante todo el año.
Precisamente en esta localidad Spar tendrá que competir con decenas de pequeños autoservicios, en su mayoría de empresarios locales, tanto españoles como extranjeros, que cuentan con una larga tradición en el servicio a los turistas. Este es el caso de los supermercados Baly, del empresario José Jiménez Guillén, quien cuenta con seis establecimientos repartidos entre Mijas y Fuengirola. En Mijas y en Puerto Banús (Marbella) está presente también una cadena dirigida exclusivamente al público británico, Iceland, de la multinacional Overseas Supermarkets. La firma, fundada en 1996 por Bryn Robertson, tiene establecimientos en la Costa Blanca, Almería, Murcia, Canarias y Portugal.
También en Mijas se ha centrado precisamente una de las últimas grandes operaciones en el sector de la distribución alimentaria malagueño, dentro del proceso de concentración que viene experimentándose en los últimos años. Cayetano & Euromarket, la cadena propiedad de la familia Gómez Vaquer, ha desaparecido de escena, dejando su negocio repartido en dos manos: el 'quijote' malagueño Sergio Cuberos, propietario de la mayor compañía de distribución de capital malagueño, Maskom, se ha hecho con cinco supermercados ubicados en Fuengirola (dos), Marbella (uno) y San Pedro de Alcántara (dos). De esta manera, cuenta ya con 52 supermercados repartidos entre Málaga (49), Sevilla (dos) y Loja (Granada). Por su parte, el hipermercado Euromarket reabrirá en septiembre bajo el emblema de Carrefour.
«Son establecimientos que están situados en un entorno muy turístico y con muchos residentes extranjeros que viven todo el año, por lo que el porcentaje de productos de importación es muy importante en nuestros lineales», cuenta Sergio Cuberos, quien destaca que la adquisición de este tipo de productos exige «un gran control de los costes y de las rutas de transporte».
Para abastecer esta demanda de productos de importación existen empresas como Frico Dan en Málaga. Con un surtido de más de 800 referencias, entre sus clientes se encuentran la práctica totalidad de las cadenas de distribución, como Carrefour, Alcampo, Supersol o Día. Luis Lama, socio de esta compañía, destaca que el principal origen de sus productos es el Reino Unido, aunque en los últimos años han crecido «enormemente» las referencias asiáticas, por el auge que este tipo de cocina experimenta entre los consumidores españoles.
En la provincia, en general, y en la Costa del Sol, en particular, están presentes la práctica totalidad de las grandes cadenas de supermercados internacionales, que en la pugna por hacerse con el jugoso pastel que genera el turismo residencial, no dejan de abrir locales. No obstante, el litoral malagueño apenas ha visto desembarcar, hasta el momento, a una cadena extranjera especializada en este tipo de clientes, como es el caso de Iceland, a diferencia de lo que ocurre en otros destinos turísticos como Canarias, donde abundan los supermercados sólo para turistas. ¿Hay hueco para este modelo de negocio?
«La temporada alta en Canarias ocupa casi todo el año, al contrario de lo que ocurre aquí. Esto propicia que los negocios de tipo turístico tengan allí una representación que no pueden disfrutar en la península», argumenta Francisco Fernández, consultor especializado en distribución alimentaria. No obstante, «habría algunas poblaciones en las que sería posible desarrollar el modelo, donde el nivel de turistas extranjeros y residentes tiene mucha relevancia todo el año».
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