Fran Millán, el actor de las mil caras: "En esta profesión hablar de futuro siempre conlleva un grado de incertidumbre"

La primera vez que le vi estaba desayunando una tostada con un café. Lo único que sabía sobre él era que tenía que interpretar "a un malo muy malo". Pensé que sería un desastre porque tiene una cara de buen muchacho que no puede con ella. Hasta que se puso a interpretar y nos puso la piel helada a todos los asistentes. Su transformación fue espectacular. Sin lugar a dudas, su capacidad como actor le llevará muy lejos en el mundo de la interpretación.

¿Qué es para ti ser actor?

Ser actor es un sueño que estoy teniendo la suerte de poder vivir. Eso no quiere decir que todo sea un camino de rosas, mas bien es como una carrera de fondo en la que debes entrenarte día tras día, pero se hace con el gusto de trabajar en lo que te gusta. La verdad es que el entrenamiento que uno se impone es la única forma de mantener afinado el instrumento, y no solo me refiero al cuerpo y la voz, que también. Como artista, un actor no puede dejar de evolucionar, investigar y crecer en todos los campos posibles. Estar en contacto con la sociedad, nuestro entorno, es lo único que dará verdad a nuestras interpretaciones. Y al fin y al cabo es lo que buscamos, transmitir con verdad.

¿En qué estás trabajando ahora mismo?

Actualmente estoy rodando 'Las Hijas de Danao' de Fran Kapilla. Un Thriller fuertemente influenciado por el mundo de la ópera, en concreto La ópera de Salieri Les Danaides. Además de tener la suerte de trabajar con un reparto de lujo, estamos contando una historia que engancha desde el primer momento.

En el campo teatral también me mantengo bastante activo, no me gusta estar alejado de las tablas, el escenario es el lugar perfecto en el que mas arriesgas con el público y puedes llevarte al límite como actor. El año pasado trabaje, entre otros, en el castigo sin venganza, de Lope de Vega y cumplí el sueño de trabajar con Blanca portillo en Antígona, de Sófocles, en un lugar tan mágico como es el tetro Romano de Mérida. Este año lo estrené con Manual de Bricolaje de Romero Esteo, un autor al que admiro y un texto del que me enamoré desde el primer momento. Ahora tengo varios proyectos que se están desarrollando y espero que salgan adelante.

¿Cómo afrontas el reto de transformarte en un personaje?

Pienso que cada personaje tiene un proceso por sí mismo. Siempre comienzo con la documentándome todo lo posible respecto a quien interpreto, su entorno y todo lo que pueda tener una relación con mi personaje. A partir de ahí el propio proceso de trabajo te va pidiendo y a la vez dando lo que necesitas. Lo que si esta claro es que en el momento de rodar, o salir a un escenario, no puedes dejar nada al azar.

¿Qué tienes en mente algún nuevo proyecto para el futuro sobre el que puedas hablarnos?

En esta profesión hablar de futuro siempre conlleva un grado de incertidumbre, nunca sabes que harás de aquí a dos meses. Lo que tengo claro es que quiero seguir creciendo como actor y la mejor forma es trabajar con aquellos profesionales a quienes admiras y dar el máximo en cada oportunidad que se presenta.