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El rastro de ETA en Málaga

El historial de la banda está plagado de atentados contra el turismo, varios intentos frustrados contra políticos y el asesinato de Martín Carpena

PPLL

Lunes, 24 de octubre 2011, 21:26

La banda terrorista ETA ha atentado en una treintena de ocasiones en la provincia. Málaga y la Costa del Sol han sido uno de los objetivos turísticos en el punto de mira de la banda terrorista. En las últimas tres décadas, la organización armada ha actuado varias veces en la capital malagueña en plena temporada alta, aunque su huella más dolorosa se produjo el 15 de julio de 2000 con el asesinato del concejal popular José María Martín Carpena en la puerta de su domicilio, cuando se dirigía a participar en un acto público. Cuatro días después, la banda atentó contra el socialista José Asenjo, pero por fortuna la bomba-lapa instalada en su coche falló. El dirigente iba acompañado de su mujer y su hija.

El negro historial de la banda en la provincia malagueña arrancó el 29 de junio de 1979. Su obsesión por reventar destinos turísticos en sus campañas de verano se materializó en una playa de Marbella, donde estalló una bomba con veinticinco kilos de goma-2 que no causó daños, mientras que en la plaza de la Marina de Málaga, la policía desactivó otro artefacto que había sido introducido en una papelera. Al día siguiente, la banda armada volvió a insistir en su campaña del miedo con un artefacto en otra playa marbellí. Esta vez, dos turistas extranjeros resultaron heridos.

Los objetivos de verano se volvieron a repetir al año siguiente, 1980. El domingo 28 de junio, la Guardia Civil localizó un artefacto que no llegó a explotar en un campo de golf de Mijas, mientras que la madrugada del 2 de julio la Benemérita explosionó de forma controlada un artefacto en Benalmádena que obligó a desalojar los hoteles Alay, Tritón y Riviera.Tras varios años alejados de las cotas malagueñas, los terroristas volvieron a atentar en el verano de 1986 con una insistente campaña que hizo estallar nueve artefactos en hoteles de la provincia. Entre el 26 de mayo y el 1 de julio, bombas de escasa potencia provocaron diversos destrozos en los hoteles de Torremolinos, Fuengirola), Estepona y Málaga capital.

Tras un nuevo paréntesis de cinco años, el 15 de febrero de 1991, la banda terrorista coloca un coche bomba con 50 kilos de explosivos junto a la antigua prisión, en la avenida Ortega y Gasset. Hubo siete heridos leves y cuantiosos daños materiales en los edificios de los alrededores. Ese mismo año, en abril, el objetivo fue el cuartel de la Guardia Civil en Torremolinos, donde una bomba instalada en los bajos de un coche provocó cuatro heridos leves y diez personas contusionadas.

La campaña de verano con artefactos de escasa potencia y con el único objetivo de intimidar al turismo volvieron en 1996, con diferentes bombas en la Costa del Sol y Málaga. Al año siguiente, los terroristas cambiaron de objetivo y fijaron su diana en los políticos de la provincia. Así, ETA atentó contra el entonces alcalde de Rincón de la Victoria, el popular José María Gómez Muñoz, y al concejal del PP Francisco Robles, colocando sendos artefactos en los bajos de sus vehículos. Así, en los bajos del Ford Escort del alcalde dejaron una caja de caudales con mil quinientos gramos de un compuesto de cloratita y amosal, mientras que en los de la furgoneta Nissan Vanette del concejal dos cajas fuertes con mil gramos del mismo explosivo. No obstante, una vecina que observó algo extraño debajo de uno de los coches alertó a la policía que frustró los atentados.

Pero los terroristas habían puesto a los políticos en el punto de mira. Así, el único atentado terrorista con una víctima mortal en Málaga se produjo el 15 de julio de 2000, cuando los etarras Igor Solana Matarranz y Harriet Iragi asesinaron a tiros al concejal del PP en el Ayuntamiento de la capital José María Martín Carpena, en presencia de su mujer y sus dos hijas, cuando salía de su domicilio. En aquella ocasión, los malagueños se echaron a la calle en señal de repulsa. Más de 300.000 personas se manifestaron en el centro de la capital.

Cuatro días después, los mismos terroristas intentaron acabar con la vida del dirigente socialista José Asenjo con una bomba-lapa adosada a su coche, que afortunadamente falló. La espoleta del artefacto, que era de gran potencia con 1,5 kilos de explosivos, falló al irse el vehículo hacia atrás cuando en su interior iban Asenjo, su esposa y su hija de 15 años de edad.

Al año siguiente, el 26 de julio de 2001, ETA intentó atentar en el corazón turístico de la Costa del Sol con con coche-bomba en el Aeropuerto, aunque tras más de seis horas los artificieros lograron desactivar el vehículo, un Peugeot 405 blanco con matrículas dobladas, que estaba cargado con más de 50 kilos de explosivos. El turismo se encontraba estacionado en el aparcamiento de la terminal de salidas del aeródromo y, por fortuna, no explotó a la hora prevista por los terroristas, las 08.05 horas.

Entre el 21 y 22 de junio de 2002, ETA insistía en la provincia con hasta cinco atentados en las localidades de Fuengirola, Mijas y Marbella con coches bomba. Dos años más tarde y en una fecha inusual para la provincia pero señalada por ser el aniversario de la Constitución Española, el 6 de diciembre, ETA explosionó un pequeño artefacto en pleno paseo del Parque en un día de gran afluencia de familias. No hubo que lamentar daños personales.

En agosto de 2008, la banda colocó tres artefactos en distintos puntos de la provincia que obligaron a desalojar a unas 15.000 personas en plena temporada alta turística . Entonces, dos de las bombas estallaron sin causar daños y una tercera fue desactivada. Una llamada en nombre de la banda indicó que las explosiones se producirían en la playa de Guadalmar, Puerto Marina y la N-340 entre la capital y Torremolinos. VER GALERÍA DE FOTOS.

La mayor parte de las ocasiones en las que los terroristas han atentado en nuestra provincia ha sido contra intereses turísticos. No obstante, muchos malagueños han perdido la vida fuera de su tierra a causa de ETA fuera. El último, en 2008, un atentado en la casa-cuartel de la Guardia Civil de la localidad alavesa de Legutiano acabó con la vida del agente melillense y afincado en Málaga Juan Manuel Piñuel y provocó 27 heridos entre los funcionarios y familiares que se encontraban dentro del recinto. ETA no avisó del atentado por lo que la casa-cuartel no pudo ser desalojada. VIDEO

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