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El estadounidense Anthony Kim (izquierda) y el inglés Ross Fisher. / AGENCIAS
Fisher y Kim disputarán la final en Casares
VOLVO MUNDIAL MATCH PLAY

Fisher y Kim disputarán la final en Casares

El argentino Ángel Cabrera, último 'maestro' en Augusta, sufrió la intrepidez y constancia del inglés Ross Fisher, un jugador que tan sólo lleva cinco años como profesional

EFE

Sábado, 31 de octubre 2009, 21:39

La experiencia es un grado excepto que aparezcan golfistas como el estadounidense Anthony Kim, de 24 años, y el inglés Ross Fisher, de 28, ambos debutantes en el Volvo Mundial Match Play pero finalistas en Casares (Málaga).

El argentino Ángel Cabrera, de 40 años y último 'maestro' en Augusta, sufrió la intrepidez y constancia de Fisher, un jugador que tan sólo lleva cinco años en el profesionalismo. El inglés le derrotó después de 39 hoyos, con tres de desempate incluidos, cuando la luz del sol cedía terreno a la noche y tras casi diez horas de contienda, "swings" y cuestas.

El australiano Robert Allenby, de 38 años, cedió con claridad (5 y 4) ante Kim, en una semifinal con menor historia que le perdida por Cabrera.

El argentino, que ha ganado dos "majors" en menos de dos años (Open USA 2007 y Masters 2009) y acumula 40 victorias, partió como favorito ante el inglés Fisher, que con dos títulos aún es un imberbe en esto de levantar trofeos.

Pero el golf y, sobre todo, el 'match play' (por hoyos) entienden poco de palmarés, historial y demás cuestiones relacionadas con la estadística. Fisher mantuvo el pulso en todo momento con Cabrera. En el tercer hoyo del desempate, el inglés, por fin, tumbó al argentino, quien fue reiterativo al enviar su segundo golpe siempre a la arena del mismo 'bunker' pegado al 'green'.

La arena de ese maldito 'bunker' acabó con la paciencia de Cabrera. El último finalista en 2007, el último 'Chaqueta Verde' en su tercer concurso en este torneo; el favorito para ganar en Casares , finalmente reventó.

"He acabado agotado", admitió el jugador cordobés después de que en 48 horas haya disputado la friolera de 75 hoyos, entre la jornada previa y esta semifinal.

Si Cabrera concluyó exhausto, y Fisher también se metió hoy 39 hoyos entre pecho y espalda, Kim jugó sólo 32, puesto que su partido terminó ahí, por 5 y 4 (cinco hoyos de ventaja y cuatro por jugar).

"¡Parece que es Tiger!", gritó un niño al ver a lo lejos a Kim, vestido con un polo rojo intenso, con los ojos rasgados, la tez oscura por el efecto de los rayos solares y tatuado en su vestimenta por 'Nike'.

Este calco humano, obviamente erróneo, era el exultante joven californiano, que venía montado en 'bugy' después de estrechar la mano triunfante a Allenby en el 'green' del hoyo 14 -el 32 del partido-.

Kim y Allenby terminaron los primeros 18 hoyos igualados, pero el australiano recibió enseguida las primeras andanadas del estadounidense.

La puntilla letal de Kim llegó en el hoyo 9 -27 del partido-. Desde la calle, a 90 metros de bandera y un "wedge" en las manos, Kim dio el golpe del torneo: embocó desde ahí para "eagle", gracias a un efecto de retroceso de los que quedan grabados para la historia del torneo.

Kim y Fisher, los debutantes intrépidos, medirán mañana sus fuerzas a 36 hoyos. Cabrera y Allenby disputarán 18 en busca del tercer puesto de consolación.

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