Una lesión interminable

La lesión del extremo Rajko Prodanovic trae de cabeza al técnico Carlos Ortega. El edema óseo que sufre en una de sus rodillas le ha impedido realizar la pretemporada al mismo ritmo que sus compañeros, sin poder jugar ni un solo partido de preparación. Y tras jugar ante el Granollers, cuando parecía que todo iba a mejor, el pasado lunes se volvió a resentir. Y lo peor es que se trata de una lesión que requiere reposo.

El médico del club, Guillermo Álvarez, ya lo ha sometido a dos infiltraciones: una primera de corticoides y otra segunda, la pasada semana, de ácido hialurónico, pero esta no es la solución.