El próximo presidente del Algeciras será el noveno en los últimos cuatro años
En este perIodo de tiempo, tan sólo AlbertoTenorio ha ocupado el cargo más de seis meses El que menos tiempo ostentó el cargo fue Juan Perales, que estuvo un mes y vivió el penúltimo encierro del Algeciras
EDUARDO PUCHE
Domingo, 25 de mayo 2008, 04:55
La inestabilidad permanente que permanente que vive el Algeciras Club de Fútbol en los últimos años se constata en el hecho de que el próximo presidente que se haga cargo del club será el noveno de una lista que comenzó con la dimisión de Bernardo Martín Godoy a final de la temporada 2003/04.
Esta triste historia comienza un par de meses antes de que concluyera dicha campaña, en la que el Algeciras militaba en Segunda División A, categoría que ya se sabía positivamente que iba a perder al término de la competición.
Martín Godoy presentó su dimisión irrevocable al cargo, después de más de diez años al frente de la nave rojiblanca, que cogió en Regional Preferente y a la que llevó al fútbol profesional.
Cuesta abajo
El proceso electoral que se abrió dio origen a dos candidaturas. Una, que podía ser considerada como continuísta, encabezada por José María Núñez que perteneció al equipo de trabajo de Martín, y otra en la que se postuló José Manuel Ríos Corbacho (actual presidente del Algeciras Balonmano), que contaba con el apoyo del ex directivo Pepe Llaves.
En la única ocasión en la que los socios del Algeciras pudieron acudir a las urnas para elegir a su máximo representante, un margen de 23 votos dieron la poltrona a José María Núñez, que fue el presidente que certificó el descenso.
Con Núñez comenzó el debacle que ha desembocado en la actual situación del club.
Desde el principio, el flamante presidente no contó con el beneplácito del alcalde de la ciudad Juan Antonio Palacios Escobar (PSOE), con el que mantuvo un largo y agrio debate sobre la financiación del club y que finalmente ganó el primer edil, por lo que tuvo que dimitir después de hacer un equipo con aspiraciones para retornar a la división de plata y contar con dos buenos entrenadores, como son Félix Arnaiz Lucas y Jordi Vinyals.
Transición
José María Núñez dejó en el cargo a su vicepresidente José Luis Navarro, que intentó salvar la temporada como pudo, ya que la situación económica empezó a a ir mal. Navarro firmó, en el último instante, un convenio con la empresa Cabo Internacional y la AFE no desciende al club, por moroso, de verdadero milagro.
No obstante mantenerse el equipo en Segunda B, (concluyó en sexta posición clasificándose para jugar copa de S.M. El Rey), la situación tanto deportiva como económica no funcionó.
A pesar de la economía de guerra impuesta Navarro, que confió en Cristóbal Torres 'Tobali' para mantener la categoría, las soluciones no llegaron y el equipo, que finalmente descendió con Vicente Carlos Campillo en el banquillo, que había sustituido a Antonio Gutiérrez que antes había hecho lo mismo con el algecireño.
Navarro no aguantó más y se fue dejando a su máximo colaborador y amigo, Juan Perales al frente del club, encargándole la misión de preparar las elecciones
Perales estuvo aproximadamente un mes al frente del club y le tocó viví el penúltimo encierro del Algeciras. Cuando los jugadores salieron presidía el club la junta gestora encabezada por Bernardo Martín Godoy.
A las siguientes elecciones se presentó Alberto Tenorio y, en principio, también quiso repetir José María Núñez, quien desistió en el último instante, alegando que su rival, que estaba apoyado por Carles Rebull, poseía más recursos económicos.
Presidente cuestionado
La llegada de Alberto Tenorio y Carles Rebull, a los que acompañaban hombres de fútbol tan importantes como Asensi y Migueli supuso, en principio, una ilusión para los aficionados pues vieron cómo el equipo, de la mano de Manolín Núñez, se colocaba en cabeza del Grupo X de Tercera División y conseguía el ascenso frente al Toledo.
Si en el aspecto deportivo las cosas le fueron bien a Tenorio, no se puede decir lo mismo en el económico, ya que a pesar de tener el beneplácito del empresario catalán, la gestión no fue buena y el club comenzó a acumular deudas y más deudas hasta encontrarse en una situación terminal.
Para colmo, salió a la luz la posible utilización de una tarjeta a nombre del club que presuntamente se utilizó para abonar gastos personales por importe de algo más de 9.000 euros, lo que definitivamente le obligó a dimitir después de permanecer un mes de baja laboral por enfermedad.
Carrusel de presidentes
Dentro del mandato electoral de Tenorio (no debía concluir hasta noviembre de 2009) ha pasado de todo y los presidentes han durado menos que un euro en la puerta de un colegio.
En los tiempos convulsos de la dimisión de Alberto Tenorio, apareció por Algeciras, de la mano de Miguel Morilla, otro empresario catalán llamado Miguel Ángel Verdejo que intentó hacerse con las riendas de la entidad.
Cuando llegó por primera vez, el equipo estaba inmerso en la lucha por el ascenso, por lo que no se le hizo mucho caso.
Después y ante el vacío de poder existente consiguió reunir una junta directiva competente que estaba encabezada por Manuel Ocaña, un hombre del deporte algecireño y en la que se encontraban gente como la que después sería presidenta, María de los Ángeles Carrasco y el propio Morilla.
El empresario catalán entró como un elefante en una cacharrería y aunque consiguió colocar a su junta directiva al frente de la entidad, con Manolo Ocaña a la cabeza, sus formas hicieron que jugadores, técnicos empleados y sus propios directivos se revelasen y lo expulsaran, a pesar de que fue el único que abonó algunas cantidades a la plantilla
Manolo Ocaña también dimitió y dejó el club en manos de María de los Angeles Carrasco Jaén que tan sólo ha durado cuatro meses en una gestión donde ha realizado cosas buenas y otras malas, pero siempre con honestidad.
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