1961, 'El caso Miguelín'

En 1961, Miguel Mateo tiene que seguir cumpliendo el servicio militar. Fue destinado a Sidi Ifni, al suroeste de Marruecos, aunque Miguelín no desaprovecha sus días de permiso para intentar participar en el máximo número de festejos posibles.

A principios de año es interrogado por lo que los periodistas llaman 'El caso Miguelín': «Miguelín es un caso; un caso original. No se había dado en el toreo. Tan pronto aparece como desaparece. Visto y no visto. Cuando se da a ver, enciende la mecha y arden los tendidos. Y hasta otra. -¿Cuántos días hábiles has tenido este año para torear, Miguel? -le preguntamos en un momento en que está libre.

-Sesenta y tres.

Los lleva bien apuntados. No marra ni en media hora.

-¿Te entrenas cuando no toreas?

-Cuido la cosa física. A mi no me importa tardar en vestir el traje de luces para estar puesto. Después de permanecer alejado de los ruedos mes y medio, he llegado a Villena y he cortado cuatro orejas y dos rabos.

-¿Tus triunfos se basan en el toreo que mandan los cánones o en el tremendista?

-Cuando sale un toro que admite el buen toreo, ahí estoy yo, y cuando sale ese otro, al que la mayoría de los matadores no le hacen nada y se dedican a mirar al público, dando a entender que no tiene faena, yo me entretengo en hacerle esas cosas para complacer a la gente, aunque haya que exponer más que cuando se torea reposado.

-¿Qué público es más justo contigo?

-Todos aquellos que se dan cuenta de los toros que no embisten y del sacrificio que hago con ellos para triunfar.

-En tan corto plazo, ¿cuántas corridas vas a torear esta temporada?

-25, y ya llevo 30 orejas y cinco rabos.

- ¿Cómo ves tu futuro?

-El año que viene será decisivo para mi, porque hasta ahora, por unas cosas y por otras no he podido cuajar una temporada completa. Si Dios me da suerte, seguiré en la categoría que empecé de matador de toros. ganando el máximo dinero. Para que yo siga toreando tiene que ser así, no soy torero de quince mil duritos, porque cuando visto el traje de luces me la juego.»