
M. J. S.
Miércoles, 19 de marzo 2008, 02:56
El desfile del Señor de Algeciras es el más esperado y venerado por los feligreses. Mucho antes de que dieran las ocho y media, los algecireños se agolpaban en los alrededores de la Capilla de San Isidro. Las estrechas calles de este emblemático barrio obligan cada Martes Santo a los devotos a disputarse un hueco para ver de cerca la difícil salida del Cristo de Medinaceli.
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El sol despejó las nubes de un cielo que también se rindió ante el Medinaceli. En las inmediaciones del templo los nazarenos ataviados con túnica blanca; capa burdeos; cíngulo amarillo y capirote blanco, esperaban a que Jesús saliera entre los estrechos pórticos de su capilla.
Poco después, cuando el Medinaceli ya iniciaba su desfile por las calles de San Isidro, rumbo a la Plaza Juan de Lima y de allí a la Plaza Alta para realizar su estación de penitencia, La Esperanza, precedida por sus nazarenos vestidos con túnica blanca y capa verde, abandonaba su sede eclesiástica ante la atenta mirada de miles de fieles.
Una de las imágenes más repetidas cada Semana Santa y que caracterizan a la localidad en uno de sus días más grandes, son las numerosas personas que siguen a los titulares de la cofradía del Medinaceli en su largo recorrido.
La devoción por este Cristo y su Virgen quedó plasmada más que nunca ayer, en un Martes Santo, donde las saetas y los vítores acompañaron al Hijo de Dios en su calvario. El acompañamiento musical corrió cargo de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humildad y la Paciencia de San Fernando para el misterio y la Banda de Música de Arahal de Sevilla para el palio.
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Los estrenos, logrados gracias al esfuerzo de todos los miembros de esta agrupación cofrade, han consistido este año en la restauración de la bandera titular; la adquisición de dos faroles de guía y dos cordones del paso de palio. Asimismo, la hermandad ha anunciado que este año continuará con las obras de remodelación de la capilla, intentando de este modo, finalizar las mejoras que comenzaron en 2007.
Tras realizar su carrera oficial, que estaba prevista para las 22:45 horas, el Medinaceli y La Esperanza se dirigieron a su templo, donde los hermanos lo prepararán durante el próximo año para que el Martes Santo nunca defraude a su pueblo.
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Distinción
Por tercer año consecutivo, la imagen del Medinaceli procesionó portando el bastón de mando de la ciudad. Ayer el alcalde, Tomás Herrera, entregó este distintivo al hermano mayor de la cofradía, Manuel Delgado Cerro.
El acto se desarrolló en la Capilla de San Isidro. El primer edil aseguró que la entrega del bastón de mando viene a continuar el camino que se inició el martes de la Semana Santa de 2006, cuando el Medinaceli recibió el bastón de mando.
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Además, la cofradía del Medinaceli entregó las medallas de su agrupación. Uno de los distinguidos fue el hermano mayor del Nazareno, Manuel García Campillo.
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