Solivia Pérez Ardanaz: «Intentamos apoyar a las familias en un momento durísimo»
Esta algecireña trabaja con 14 padres que han perdido a sus hijos en situaciones trágicas e intentan vivir con ello. Desde hace un año dirige las terapias de grupo
ALBERTO J. ESPINOSA
Domingo, 27 de enero 2008, 02:57
Desde hace algo más de un año la Asociación 'Alma y Vida' está en Algeciras para intentar ayudar a los padres que sufren la pérdida de un hijo en situaciones dramáticas. Ya sea enfermedad, accidente o cualquier otro hecho trágico que supone un duro golpe para la familia afectada. La encargada de la parcela profesional y que ejerce casi de confidente de estas personas es la psicóloga algecireña Solivia Pérez que contó a SUR algunas de las vivencias de una experiencia que «me ha enseñado más que los libros», según sus propias palabras.
¿Cómo entro en contacto con 'Alma y Vida'?
Pues una vez que ya estaba en funcionamiento nos enteramos y desde hace uno año venimos trabajando con ellos.
Preguntarle que se ha encontrado es evidente, pero desde su parcela entiendo hay otra visión.
Bueno lo que buscamos es que los padres que pasan por este duelo tengan un apoyo. El objetivo es configurar grupos de autoayuda. Es decir que ellos mismos vayan funcionando sin profesionales, pero ahora es pronto. Hay distintos momentos en este trance, por ejemplo ahora tenemos un grupo bastante heterogéneo y además los que llevan más tiempo ayudan a los que sufren la situación ahora, se puede decir que todos hablan en el mismo idioma.
Supongo que el apoyo que encuentran en estas reuniones es distinto al familiar o el de los amigos.
Está claro. Mira en la calle la gente da la típica palmada en la espalda y ánimos, siempre con la mejor intención, pero incluso en determinadas circunstancias puede sentar hasta mal.
En esas reuniones aprecian que hay más gente con el mismo problema, algo que debe ayudar.
Exacto. Son momentos duros que el afectado ve que hay otras personas igual, no es el único. Por ejemplo se dan situaciones complicadas como aniversarios, navidades y otras donde la emoción es más grande.
Intuyo que es en estos momentos donde su trabajo adquiere relevancia.
Intentamos que el duelo no sea complicado y no derive en un trastorno más grave. Ahora no hay ninguno que esté bajo tratamiento farmacológico, se intenta que no dependan de las pastillas. El dolo, como su nombre indica, debe doler. Lo normal es estar mal, y se trata de ir aceptando el tema, esta es otra parte importante, aunque es una tarea lenta y compleja.
En la calle se dice que es imposible superarlo, imagino que coincide.
Está claro que se trata de vivir con ello, es muy duro y en las primeras sesiones te impresiona. Te puedo decir que el contagio emocional es muy fuerte. En la parcela profesional ellos me han aportado más cosas que los libros. Nunca se va a superar pero hay que seguir, y para eso es importante el trabajo de los grupos, se trata de ir asimilando, desde nuestra área lo que pretendemos es que el duelo no se convierta en un trastorno.
¿Considera que la sociedad está concienciada con asociaciones de este tipo?
Pues creo que no. Mira nosotros ahora tenemos la ayuda de Maerks, pero en la calle siempre piensas que no te va a tocar, hasta que desgraciadamente ocurre. En realidad estamos hablando de una situación contranatura, no es normal que se te muera un hijo, lo primero es la negación y ese periodo es complejo.
¿Cuantas personas hay ahora mismo en las terapias?
Sobre 14 personas, normalmente van las madres, aunque algunos padres también acuden a las reuniones que se celebran cada 15 días (siempre en míercoles) en el Centro de Formación Portuaria desde las 17.30 horas.
Además las puertas están abiertas a todo el que tenga un problema de esta gravedad.
Por supuesto. El que quiera puede pasarse por allí e intentaremos ayudarle.
Pues gracias y enhorabuena por su trabajo.
De nada y gracias a vosotros.
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