D€mocracia: un juego de mesa en el que gana quien más roba

Estaban viendo en la televisión las primeras noticias sobre Bárcenas y la presunta financiación ilegal del PP y se les encendió la bombilla. Habría que hacer un juego de mesa sobre esto. Dicho y hecho. Como si de un chiste se tratara, un biólogo, un astrofísico y un neurobiólogo acaban de recaudar más de 18.000 euros para que esa descabellada idea se convierta en realidad. El juego, llamado D¤mocracia, estará en las tiendas a finales del verano y trata sobre los tejemanejes políticos actuales. Gana el que más roba, soborna y hace uso del tráfico de influencias para hacerse con el gobierno.

Carlos Marín, uno de los creadores, explica que el juego trata de reproducir a un partido político y que gana el partido que más tiempo se mantenga en el poder o aquella fuerza minoritaria que se convierta en la segunda fuerza más votada. Para lograr este objetivo, los jugadores necesitan lograr financiación que puede ser legal y más escasa, o ilegal y más cuantiosa y presentar candidaturas legales o realizar montajes, sobornar o rodearse de transfugas. Por si fuera poco, cada uno de los partidos (casualmente con fichas de color rojo o azul) tienen la posibilidad de comprar el favor de jueces y de medios de comunicación.

Para poner en marcha este juego, los creadores han realizado una campaña de crowdfunding que ha sido un rotundo éxito. Necesitaban 15.000 euros para fabricar 600 unidades y han recaudado 18.300. La gente ha respondido muy bien; desde que lo presentamos en la feria de Córdoba, todo han sido buenas palabras, confiesa este malagueño. Una vez que esté terminado, el juego saldrá a la venta por 44,90 euros.

Aunque varias editoriales se habían interesado por desarrollar el juego, ellos han optado por la opción de la financiación compartida porque lo querían tener cuanto antes. Se trata de un tema de mucha actualidad y que está muy candente ahora, por lo que no podíamos esperar hasta el año que viene, que era la fecha que nos daban. Este joven espera que la gente se divierta jugando y sepa diferenciar la realidad del juego. Aunque nada de lo que ocurre en D¤mocracia ocurre por azar.