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El anillo ferroviario sigue bloqueado un año después de quedar desierto el primer concurso

Los contratos para redactar los proyectos se han rescindido y no hay avances sobre la posible colaboración de los privados

Ignacio Lillo

Lunes, 11 de agosto 2014, 01:30

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Hace justamente un año se cerró el plazo del primer concurso convocado por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para que las empresas optaran a construir y explotar el anillo ferroviario de Antequera. Un proceso que quedó desierto (ninguna empresa presentó una oferta) tras poner de relieve los privados que las condiciones impuestas por la Administración eran «excesivas», y esperarían a una nueva convocatoria, menos exigente.

A mediados de septiembre, la ministra, Ana Pastor, le trasladó al alcalde de Antequera, Manuel Barón, que se volvería a licitar, tras consensuar el pliego con las compañías que se habían mostrado interesadas en su construcción y explotación comercial. Para ello, los técnicos de Fomento y Adif estarían trabajando en el desarrollo de las nuevas cláusulas del concurso.

El PSOE alerta de la posible marcha del proyecto a Francia

  • «El anillo ferroviario está hoy más cerca de Francia que de Antequera por culpa del Partido Popular». Así lo alertó ayer el diputado socialista y líder de la formación en Málaga, Miguel Ángel Heredia, en referencia a los planes del país vecino de impulsar una iniciativa similar, que dejaría sin sentido la prevista en Málaga. «Vamos a registrar una iniciativa en el Congreso para conocer la situación del anillo. Málaga puede perder miles de empleos por el desinterés del Gobierno del PP. Un año después de la licitación del proyecto que quedó desierta y cinco meses después del compromiso alcanzado en el Congreso para impulsar la actuación, no sabemos nada».

Más recientemente, en marzo, durante la apertura del tramo pendiente del acceso Sur al aeropuerto, la ministra anunció que su departamento había vuelto a iniciar el proceso para sacarlo por segunda vez a licitación. Pastor llegó a asegurar que el Ministerio estaba dando rapidez a los trámites para abrir este proceso «lo antes posible». Según explicó, en aquellos momentos Fomento estaba pendiente de los informes de Hacienda. «En cuanto los tengamos, se licitará de nuevo», afirmó.

La realidad es que, un año después, la iniciativa que pretendía crear en la Vega de Antequera un circuito de ensayos y experimentación para los trenes de alta velocidad de última generación (fabricados en todo el mundo) está parado y sin perspectivas de avance. Los contratos para la redacción de los cinco proyectos constructivos se rescindieron a las consultoras que resultaron adjudicatarias en primera instancia, bajo la premisa de que la nueva entidad público-privada se ocuparía de este trámite; y tampoco hay resultados en la búsqueda de un posible socio ni sobre el uso que se le podría dar a las naves destinadas a talleres y laboratorios en Bobadilla, ya construidas y con vigilancia permanente para evitar expolios.

Al menos, durante una visita a Málaga en febrero, la secretaria general de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad, Marisa Poncela, aclaró que la partida de 215 millones de fondos Feder de la UEque le fue adjudicada al Ejecutivo para este fin en 2011 está garantizada, siempre que se planifique la actuación de manera que se desarrolle a lo largo de este periodo y del siguiente.

La iniciativa se mantiene

En cambio, Adif mantiene que el proyecto sigue vivo y está trabajando para «propiciar una nueva licitación del concurso». «Se han venido manteniendo reuniones con las empresas de los distintos sectores implicados que pudieran estar interesadas, con el objetivo de recabar su opinión», según informó un portavoz oficial de la entidad.

«La intención de Adif es configurar un marco contractual de referencia que recoja en los pliegos del concurso aquellos aspectos que resulten del máximo interés para todas las partes y propicien el desarrollo y la continuidad del proyecto», añadieron estas fuentes. Yello, «con el fin de incorporar las aportaciones del sector que resulten más adecuadas», de modo que se favorezca la colaboración público-privada, «a partir de un modelo económicamente viable y sostenible, sin el cual el anillo no tendría futuro».

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