Directivos del fondo interesado en el metro viajan a Málaga para conocer las cuentas

Directivos del fondo estadounidense Blackstone han acudido a Málaga para conocer en detalle las posibilidades de inversión que supone el metro de la capital. Según pudo saber este periódico, los ejecutivos han mantenido encuentros durante los últimos días con responsables de la sociedad concesionaria (en la que participa la Junta) y del Ayuntamiento para abordar el presente y el futuro del proyecto.

Además de conocer in situ la infraestructura, los representantes mostraron un especial interés por la previsión de viajeros (de ello depende una parte importante de sus potenciales ingresos) y por el calendario de las obras para llegar hasta la Alameda Principal y el Hospital Civil, claves para que esas cifras se cumplan. Cabe recordar que la máxima rentabilidad se debe producir a partir del año 2018, tras la apertura a finales del anterior de la estación Atarazanas y la correspondiente a los hospitales, cuando el suburbano debería desplazar del orden de 21,4 millones de viajeros al año.

Blackstone tiene en marcha una operación para la compra del 39,4% de las acciones de la compañía (los paquetes de Cajamar, Azvi y Sando), con un presupuesto no desvelado, pero que fuentes expertas cifran en el entorno de los 100 millones de euros (casi el doble del valor nominal de esas participaciones dentro del capital social, que es de unos 54 millones). La negociación, aunque muy avanzada, aún no está cerrada, y de hecho fuentes consultadas indicaron que estos encuentros pueden resultar claves para inclinar la balanza en un sentido o en otro.

El fondo de inversión ha llegado a un acuerdo para adquirir de forma conjunta los paquetes de acciones de estos tres socios, y la Junta que tenía derecho de tanteo ya ha manifestado que no lo ejercerá. También el resto de socios tienen tal posibilidad, aunque inicialmente ninguno ha mostrado interés. De manera que, en caso de que los números finalmente cuadren, la venta se podría formalizar en los próximos días. Este podría no ser el último movimiento accionarial, ya que otros integrantes también tienen interés por desprenderse de sus participaciones.