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DEPORTES

El Portuense, otro que pesca en el río revuelto del Algeciras (1-2)

A los rojiblancos vuelven a levantarles un partido que empezó ganando El equipo de Montes, otra vez, termina con 10 por expulsión de Ángel

EDUARDO PUCHE

Lunes, 31 de marzo 2008, 03:47

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El partido transcurría por los cauces del aburrimiento habitual debido a la falta de profundidad de los dos equipos, que en el primer cuarto de hora habían demostrado con creces los motivos por los que ocupan los puestos bajos de la clasificación, cuando una jugada de Juan Alfaro por la banda izquierda fue el origen del tanto rojiblanco como consecuencia de una una salida 'a por uvas' de Wilfred en la única ocasión clara que se había producido en ese tiempo (16 minutos) y posteriormente de todo el partido.

Hasta entonces no había sucedido absolutamente nada digno de mención por parte de ninguno de los dos contendientes, que se habían limitado a querer y no poder con la responsabilidad del partido.

El Portuense sintió el golpe y durante unos minutos deambuló perdido por el terreno de juego, cosa que no supieron aprovechar los locales para dejar el partido sentenciado.

Reacción

Los de Carlos Orúe se fueron recuperándose poco a poco hasta casi hacerse dueños de la situación y en dos minutos tuvieron sendas ocasiones de nivelar el electrónico, una por cada banda (minutos 26 y 28), aunque ninguna de ellas fructificó.

El técnico portuense sabía lo que podía significar ese resultado, por lo que espabiló a los suyos para que lo intentaran de todas las maneras, aunque Félix tampoco pasó por muchos apuros.

Tanto va el cántaro a la fuente que terminó rompiéndose y una de las tantas incursiones por banda derecha del Portuense, en esta ocasión llevada a cabo por Viyuela (antes lo había hecho Velazquez), es rematada al fondo de la red por Zurdo en lo que significaba el empate en uno, que llegó en un momento de los llamados psicológicos (minuto 40).

Con este resultado concluyó la primera parte, quedando toda la segunda con todos los condicionantes que se han comentado a lo largo de los últimos días sobre los segundos tiempos del equipo de José Luis Montes.

Sucedió lo esperado

La primera ocasión de la segunda mitad fue para el conjunto visitante (minuto 51) en una jugada embarullada dentro del área pequeña y que finalmente Félix pudo solucionar.

Fue el inicio de la tónica de la segunda mitad, pues el Racing Club Portuense se puso las pilas y tomó la responsabilidad del choque metiendo al Algeciras en su campo aunque, también hay que decirlo, en principio, sin ninguna representatividad de cara al gol.

A la vista de las circunstancias José Luis Montes empezó a mover banquillo, con lo que consiguió quitarse de encima el agobiante dominio, pero nada más, ya que el partido siguió discurriendo por los mismos derroteros.

La sentencia

También lo hizo Carlos Orúe, aunque a éste le salió mejor la apuesta, pues nuevamente en una jugada hasta la línea de fondo el Portuense realizó un centro medido al que no llegó Félix y Sanlúcar, completamente solo en el segundo palo, no tuvo problemas para remachar al fondo de la red.

Dados los antecedentes y, aunque al partido le quedaban veinte minutos, se dio por cerrado el choque, pues al Algeciras empezó a tener los mismos síntomas de otras ocasiones. Es decir, empezó a pesarle el partido teniendo los jugadores los clásicos calambres debido a su forma física.

Además, el conjunto de El Puerto de Santa María no quiso hacer mucha sangre y se limitó a que el balón estuviera en el campo del Algeciras para no pasar peligro y, por si acaso pescaba algo más, cosa que pudo suceder en dos ocasiones en los minutos finales.

Una de ellas salió muy cerca del poste de la portería de Félix y en la otra el cancerbero rojiblanco enmendó su error del segundo tanto consiguiendo detener un uno contra uno que llevaba todas las condiciones para subir al marcador como el tercero del conjunto visitante.

Desde luego, hubiese sido un castigo demasiado duro para los jugadores algecireños, que siguen manteniendo el orgullo rojiblanco y que, a buen seguro, en alguna jornada verán la recompensado su esfuerzo con alguna victoria.

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