El uso de agua reciclada se consolida como alternativa para regar campos de golf y jardines

Los usuarios apenas perciben la diferencia, si acaso en que a final de mes la factura sufre un recorte notable, pero quien sí nota el cambio, y mucho, es el pantano de la Concepción, al que se le arañan menos litros. El consumo de agua reciclada para el riego de los campos de golf y de los jardines que jalonan la Costa del Sol, así como para el baldeo de calles, lejos de reducirse con el levantamiento en 2007 del último decreto de sequía que pendía sobre la provincia y que prohibía emplear caudal potable con estos fines, se ha consolidado como una práctica habitual y extendida. Aunque todavía queda mucho trabajo de concienciación por hacer.

Los datos que maneja la empresa pública Acosol, dependiente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y que gestiona el saneamiento y a abastecimiento, así lo constatan. Por tercer año consecutivo el consumo de agua reciclada -resultante del tratamiento de las aguas residuales en las depuradoras- ha superado los siete hectómetros cúbicos, lejos de los 3,3 hectómetros cúbicos que se pusieron en servicio en 2004 y que ya casi son una anécdota. «Los usuarios han interiorizado que se puede usar para el baldeo o para el riego y lo han seguido haciendo», explicó Juan Cañete, consejero delegado de Acosol.

Parques

Aunque todavía hay margen de maniobra de sobra. Actualmente son 34 campos de golf de la Costa del Sol los que tiran del caudal tratado en las depuradoras para mantener sus instalaciones. Junto a ellos, equipamientos como el Hipódromo de Mijas, el parque de La Paloma de Benalmádena o Selwo, en Estepona, se decantan por esta alternativa para el riego, así como algunos consistorios que se nutren de agua reciclada para el baldeo de las calles.

Podrían ser más. El margen de maniobra de la red de depuradoras de la comarca, que generan al año 50 hectómetros cúbicos de caudal tratado, es amplio, máxime cuando están en marcha las obras de mejora y ampliación de tres depuradoras para dotarlas del sistema terciario, con el que ya cuentan las instalaciones de Guadalmansa (Estepona) y la de Arroyo de la Miel. Esta avanzada técnica permite obtener, según informan desde la empresa pública Acosol, agua reciclada de mayor calidad con la filtración y desinfección y que beneficiará, en concreto, a las de Manilva, la Víbora (Marbella) y la de la Cala de Mijas.

«Garantías»

«No toda el agua residual se reutiliza porque no es necesario, también hay que devolverla a la naturaleza, al mar, y se hace con todas las garantías», sostiene Cañete. El volumen de caudal que podría destinarse al riego y al baldeo es de más del doble de lo que se emplea actualmente, unos 20 hectómetros cúbicos, según sus cálculos. En casos concretos, como el de la depuradora de Guadalmansa, el cien por cien del agua reciclada que se genera tiene ya destinatarios fijos.

Por el momento, en palabras de Cañete, el uso de agua reciclada está siguiendo una tendencia de mayor a menor tamaño de las instalaciones. Esto es, con los campos de golf como principales clientes, les siguen los jardines de las comunidades y los ayuntamientos y, en un futuro, esperan calar aún más en los usuarios más modestos. No en vano el caudal tratado en las depuradoras no tiene coste alguno si se recoge en alguno de los puntos habilitados con camiones cuba. Sólo los campos de golf tienen que abonar un canon, en este caso por la impulsión a través de las tuberías.