El Ayuntamiento encarga un estudio sobre el estado del arco tras desprenderse varias placas

Lleva en pie más de dos décadas y empieza a notar el paso del tiempo y el efecto de la humedad por la cercanía al mar. El arco de Marbella que da la bienvenida a los visitantes a la ciudad que se acercan desde la zona este, uno los rincones más inmortalizados por los turistas, presenta daños en su estructura. Lo han constatado los bomberos que en la mañana de ayer, y por segunda vez en menos de tres meses, tuvieron que actuar de urgencia para retirar placas casi desprendidas de la parte superior y con evidente riesgo de caída. La situación ha llevado al Ayuntamiento de Marbella a tomar cartas en el asunto, y ha iniciado los trámites para contratar un estudio en profundidad que determine el estado real del famoso emblema de la ciudad y las posibles vías de intervención.

«A partir del lunes se empezará a trabajar para que en el menor tiempo posible tengamos sobre la mesa un informe concreto sobre los verdaderos daños que presenta la estructura», explica el concejal responsable del área municipal de Obras, Javier García.

Dada la situación, y el peligro que representa para los miles de conductores que a diario atraviesan por el arco, el Consistorio ha encargado la contratación de la redacción del informe por la vía de urgencia. Será una empresa especializada la que determine el grado de afectación de la corrosión que ya se ha constatado en las primeras intervenciones.

La actuación, en la mañana de ayer, de los efectivos de bomberos -que tuvieron que emplear un camión escala- sorprendió a los conductores que a primera hora accedían o salía de la ciudad. De hecho, las fotografías de los curiosos empezaron circular por las redes sociales con gran rapidez.

El jefe del Cuerpo de Bomberos de Marbella, Medardo Tudela, explicó a SUR que se tuvieron que descolgar tres piezas que «estaban en peligro porque estaban desplazadas». El problema estaría en la estructura auxiliar en la que se encajan las placas, que presenta deficiencias. Así lo confirma el concejal de Obras, Javier García, que habla de «patología de la estructura metálica» que se encuentra afectada por la corrosión, como se pudo comprobar en los materiales desmontados ayer.

«Vamos a ver cual es la situación real y el coste que tendrían las posibles soluciones si las hubiera», indica el edil. Se estima que el estudio podría estar concluido en el plazo no superior a una semana. Sus conclusiones serán determinantes. No se descarta de momento ninguna medida para poner fin al problema. Tampoco el desmontaje completo del arco de Marbella si así se aconsejara por los técnicos.

De momento habrá de esperarse ese informe. Mientras, se ha revisado en su totalidad la estructura para detectar otros posibles fallos o la existencia de placas descolgadas, de modo que no exista peligro para los conductores y viandantes. La de ayer no es la primera vez que se tiene que actuar. En octubre del pasado año ya fue necesario intervenir de urgencia ante el riesgo de desprendimiento de una de las piezas de la parte superior que amenazaba con desprenderse.