MÁLAGA

Exigen el cierre de un bar que lleva tres meses abierto sin cumplir la norma de ruidos y olores

El Ayuntamiento reacciona a la denuncia de unos vecinos de Teatinos con un apercibimiento de clausura si no corrige las deficiencias en 90 días

FRANCISCO JIMÉNEZ

Jueves, 17 de octubre 2013, 12:17

La comunidad de propietarios de tres edificios de viviendas de la barriada de El Romeral han reclamado por escrito al Ayuntamiento el cierre de una cervecería ubicada en los bajos del inmueble que lleva abierta desde el 28 de junio pero que, a día de hoy, aún no cumple todas las exigencias ambientales en materia de ruidos y olores. De momento, sobre el establecimiento pesa desde el pasado 30 de agosto un apercibimiento de cierre hasta que se le conceda la preceptiva calificación ambiental, que sigue tramitándose. En ese escrito se requiere a sus propietarios que corrijan las deficiencias detectadas tras una primera inspección municipal, advirtiéndoles de que podrían exponerse a una sanción de entre 6.001 y 30.000 euros, además de la clausura temporal (de dos a cinco años) o definitiva del negocio.

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En vista de que tras una segunda revisión la situación no ha cambiado, el Área de Medio Ambiente envió el 25 de septiembre una nueva notificación en la que se le concede un último plazo de 90 días para que acrediten la elaboración de un informe acústico sobre el ruido que la actividad genera en locales y viviendas colindantes, el certificado de instalación de filtros y extractores para eliminar el humo y los olores, el aislamiento térmico de los conductos de salida de humos tanto del interior del establecimiento como en la fachada y, por último, la instalación de tacos en las patas de mesas y sillas para minimizar los ruidos de arrastre.

Desde el Ayuntamiento reconocen que, con la ley en la mano, la cervecería -una franquicia de La Sureña- debería estar cerrada, aunque justifican esta laxitud amparándose en que «la burocracia lleva su tiempo». Mientras tanto, los vecinos se quejan de las molestias que están padeciendo desde la apertura del local, tales como «ruidos insoportables, exceso de ocupación de la vía pública con las mesas y sillas, olores que se filtran en viviendas y en el portal o el calentamiento del suelo de la primera planta a consecuencia de la instalación de los equipos de aire acondicionado». Por ello, reclaman al Consistorio que no emita la licencia de apertura hasta que se solucionen todas estas cuestiones.

Apertura en 24 horas

En este sentido, cabe reseñar que, desde septiembre de 2011 -generalizable a todo el territorio nacional meses después-, un negocio puede abrir sus puertas en la capital en apenas 24 horas con la simple presentación de una declaración responsable. Antes había que solicitar la licencia de apertura, presentar un proyecto técnico a Bomberos y Medio Ambiente y sólo tras la visita de los inspectores del Área de Comercio para garantizar que se cumplían los requisitos de seguridad y accesibilidad se concedía el permiso. Ahora, para simplificar el papeleo y agilizar la apertura del negocio, todas la labor de inspección y control se realiza a posteriori. Con este nuevo sistema se facilitan los trámites al empresario, pero también conlleva una mayor permisividad municipal a la hora de tomar medidas en caso de incumplimiento. «Cerrar un negocio y echar gente a la calle en estos momentos no es fácil», reconocen.

Por su parte, un responsable de la cervecería asegura que «todos los permisos están solicitados en los plazos adecuados, por lo que conseguirlos es solo una cuestión de tiempo». Sobra las deficiencias ambientales, afirman que ya han solicitado presupuesto para acometer las mejoras pendientes. En cualquier caso, lo que sí que destaca es «la voluntad de que haya buena sintonía con los vecinos».

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