Los riesgos de la escalada

Para el común de los mortales, subir la pared de una montaña de cien metros de altura puede resultar peligroso. Pero para los aficionados a la escalada, que conocen a la perfección los materiales y las técnicas para andar en vertical por la roca, es un deporte más, una forma de medir sus fuerzas frente a la naturaleza.

Los expertos aseguran que los deportistas siguen a rajatabla un protocolo de seguridad para evitar accidentes. Por eso, sucesos como el que el pasado sábado se llevó la vida de una joven de 29 años en el Chorro son muy raros en una provincia en la que cerca de un millar de personas practican de forma continuada esta pasión.

El accidente ha causado una gran conmoción en el mundo de la escalada malagueña. José Verdesoto, responsable del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil asegura que no es un deporte peligroso y que el bajo porcentaje de accidentes lo demuestra. Sin embargo, cuando algo falla, suele ser fatal. «A una altura de cien metros, la montaña no te da una segunda oportunidad», indica.

Verdesoto añade que en los once años de experiencia en el cuerpo los siniestros nunca se han producido por fallos en el material, sino por una cadena de errores humanos. En este sentido, el presidente de la Sociedad de Excursionismo de Málaga, Juan Antonio Durán, señala que los aficionados deben ganar experiencia y conocer muy bien el medio para realizar este deporte sin supervisión. Sobre todo, para pasar de vías cortas con hasta 30 metros de altura a las vías largas, como la del sector Ántrax, en las Frontales Medias del Chorro, en el que murió la joven.

Material imprescindible

Lo primero, dice Durán, es conocer bien los materiales, como cuerdas, arneses, mosquetones y llevar siempre el casco. En este deporte, es muy importante la destreza en el manejo de los mismos y su conservación. Además, deben ir al menos dos personas.

Las cuerdas deben cambiarse a menudo. Para vías largas son necesarias sogas de 70 metros y de once milímetros de grosor. Cada una tiene fecha de caducidad. Pero según el estilo de escalada deben cambiarse más a menudo. «Con tres caídas fuertes es mejor cambiarla, de ello depende tu vida», afirma Verdesoto. En vías largas, los deportistas realizan hasta ocho reuniones. Se denomina así al punto intermedio en la pared en el que se sujetan para recuperar la cuerda y seguir el proceso.

Según Durán, el Chorro es uno de los lugares favoritos de los escaladores en la provincia. Cada año acuden a la zona miles de personas, ya que presenta paredes verticales de diferentes alturas que permiten practicar el deporte tanto a los que están empezando como a los más experimentados.