La avioneta se estrelló en una plantación de hortalizas próxima a la pista del aeropuerto de El Trapiche quedando reducida a un amasijo de hierros. :: EUGENIO CABEZAS
MÁLAGA

Mueren dos hombres al estrellarse en Vélez-Málaga la avioneta en la que viajaban

La aeronave había sido alquilada por una pareja de turistas extranjeros para realizar un vuelo de recreo sobre la comarca de la Axarquía

AGUSTÍN PELÁEZ

Martes, 17 de abril 2012, 00:50

Publicidad

Debía haber sido un vuelo de recreo inolvidable. Sin embargo, terminó en tragedia. Dos varones, F.J.G.D, de 35 años -piloto- y L.R., de 36 años -acompañante-, fallecieron ayer domingo en un accidente de avioneta en el aeroclub Leoni Benabú de El Trapiche, en el municipio de Vélez-Málaga. El accidente se produjo sobre las 15.20 horas, cuando la aeronave siniestrada, que realizaba un vuelo lúdico contratado para celebrar lo que se denomina «un bautismo de vuelo», efectuaba la maniobra de aterrizaje. Aunque el accidente deberá ser investigado por Aviación Civil, todo apunta a que fue el fuerte viento el causante del siniestro.

Según el vicepresidente del aeroclub, Carlos Sedano, «la aeronave, un biplaza con un motor de 100 caballos, marca TECNAM, llegó a tocar tierra, aunque sin estabilizar, por lo que el piloto volvió a remontar, pero a 200 metros, justo cuando se disponía a girar para volver a realizar la maniobra de aterrizaje, una racha de viento la sacó fuera tumbándola».

La aeronave fue a parar a una plantación de hortalizas situada fuera del aeródromo, y quedó hecha un amasijo de hierros.

Según fuentes de la Policía Nacional, que se encarga de instruir el caso, la colisión fue tan grande que la muerte de los dos ocupantes se produjo de manera instantánea. Cuando llegaron los bomberos, solo pudieron comprobar que las dos personas que viajaban en la avioneta habían fallecido y permanecían en el interior de la misma, en un huerto cercano a la pista de despegue y aterrizaje.

Vicente Barberá, piloto profesional y testigo del siniestro, aseguró a SUR que el accidente se debió a un golpe de viento, que tiró la aeronave al suelo desde una altura de unos 200 pies, unos ochenta metros, cuando trataba de aterrizar. «No era el día más indicado para volar», aseguró, al tiempo que lamentó la tragedia.

Publicidad

Fuerte viento

En términos similares se manifestó también Carlos Sedano al señalar que ayer en la zona del aeroclub se llegaron a registrar rachas de viento de hasta 35 nudos en algunos momentos. «Aunque las limitaciones para volar están en función del tipo de aeronave y de las condiciones climatológicas, hoy -por ayer- es uno de esos días en los que no es cómodo volar porque puede resultar arriesgado», explicó.

Según Sedano, el piloto no realizó ningún aviso previo de avería, lo que refuerza la hipótesis de que fue el viento el causante del accidente. Este tipo de aparatos tienen una autonomía de vuelo de 4 o 5 horas.

Publicidad

Según el aeroclub, One Air, propietaria de la avioneta, no pertenece ni es miembro de la entidad que gestiona el aeródromo. «Se trata de una empresa externa hangarada, pero no pertenece al aeroclub. Que sepamos, lleva operando aquí desde hace aproximadamente un año, aunque también lo hace desde el aeropuerto de Málaga», explicó Sedano.

La avioneta siniestrada pertenece a la escuela de pilotos One Air, empresa que ofrece también, según figura en su página web, bautismos aéreos, que no es otra cosa que el primer vuelo de una persona a los mandos de un avión. El bautizado toma los mandos del avión bajo la supervisión del instructor de vuelo. El bautismo suele durar entre 10 y 15 minutos.

Publicidad

La pareja se salvó

Se da la circunstancia de que la avioneta accidentada fue alquilada por una pareja de turistas extranjeros para volar sobre la comarca y vivir la experiencia de pilotar un aparato de dichas características, aunque solo por unos instantes. De hecho la misma aeronave realizó minutos antes otro bautismo de vuelo, en este caso llevando como acompañante a la pareja de J. R., el hombre de nacionalidad británica que falleció en el accidente, junto con el piloto, F.J.G.D..

Este no es el único accidente registrado en el aeródromo de El Trapiche en el que se han visto implicadas avionetas que han sido alquiladas para realizar bautismos aéreos o vuelos de recreo.

En agosto de 2003, cuatro personas fallecieron, entre ellas una menor, durante un vuelo de carácter lúdico. Se trata sin duda del siniestro más grave de todos los registrados en el aeropuerto de El Trapiche. En aquella ocasión fallecían un instructor de vuelo de 30 años, su hermano y su esposa, de 36 años, y una menor de siete años. La avioneta cayó sobre una plantación de batatas en una finca privada, a unos 300 metros de los hangares del club.

Publicidad

En mayo de ese mismo año otras dos personas resultaban heridas cuando se disponían a aterrizar. La avioneta colisionó con la copa de un árbol antes de tomar tierra. También en 2007, otras dos personas resultaron heridas graves al estrellarse en pleno aterrizaje.

En julio de 2008, un piloto y su acompañante, que también realizaba un bautismo de vuelo, resultaron ilesos cuando la avioneta perdió la hélice en pleno vuelo. Iba a ser el regalo de cumpleaños de una joven a su novio, al que siempre le había hecho ilusión volar en avioneta. La experiencia del piloto resultó fundamental para que lograra ir planeando hasta una vía de servicio sin asfaltar, donde logró aterrizar.

Noticia Patrocinada

En noviembre de 2008, tres jóvenes tuvieron la fortuna de salir ilesos de un accidente con otra avioneta alquilada para uso privado. Solo el piloto sufrió una fractura en un dedo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad