
Carlos Haya detecta el 90% de las recaídas tras un trasplante de médula
Identificar de forma precoz que la leucemia que sufría el paciente se va a reproducir permite evitarlo en más del 60% de los casos
ÁNGEL ESCALERA
Miércoles, 6 de octubre 2010, 03:33
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Saber cuanto antes que una leucemia se va a reproducir tras haber sometido al paciente a un trasplante de médula ósea permite aplicar un tratamiento para evitarlo. Esto es lo que ha conseguido la unidad de gestión clínica de hematología y hemoterapia del Hospital Regional Carlos Haya, que ha desarrollado unas técnicas de biología molecular que, a través de unos marcadores genéticos, logran detectar de forma precoz más del 90% de los casos de enfermos que pueden recaer de la leucemia después de un trasplante de médula ósea. Esa información hace que los hematólogos pongan en marcha terapias que consiguen que la enfermedad no se reproduzca en un 60-70% de los pacientes. Unos 200 enfermos han sido seguidos ya en Carlos Haya con este método.
El hematólogo que dirige el trabajo, Antonio Jiménez, explicó ayer en rueda de prensa que a los pacientes a los que se les va a hacer un trasplante de médula ósea alogénico (el donante es una persona distinta al receptor, aunque compatible con él), se les da un tratamiento agresivo de quimioterapia y radioterapia para eliminar las células malignas. Esa terapia también mata las células sanas.
Una vez que aparentemente la leucemia está controlada, se lleva a cabo el trasplante, que consiste en introducir en el enfermo células madre del donante, cuya función es crear sangre. Esas células nuevas tienen las características genéticas del donante y conviven con las del propio paciente. Ese proceso se llama quimerismo. El problema es que queden camufladas algunas células cancerígenas que provoquen la reaparición de la leucemia.
Gracias a unas técnicas de biología molecular desarrollas por Carlos Haya, los hematólogos son capaces de descubrir una célula del paciente entre cada 100.000 del donante, en el mejor de los casos, y de 10.000 en el menor. Esa información es la que favorece que los médicos sepan en más del 90% de las ocasiones que va a haber una recaída de la leucemia. Con las técnicas tradicionales había casi un 50% de enfermos a los que la leucemia volvía a aparecer sin que se supiese previamente, ya que no se conseguía detectar con antelación la presencia de células residuales malignas. Y es que sólo se podía identificar una célula del enfermo por cada cien del donante.
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Anticiparse a los problemas
«Ahora, como identificamos de manera precoz más de 90% de las recaídas, sabemos que la leucemia va a reproducirse. Antes de que eso suceda, fijamos la terapia que consideramos mejor para evitarlo», explicó Antonio Jiménez. Anticiparse al problema hace que en el 60-70% de los pacientes la leucemia no resurja, apostilló el hematólogo. En torno al 30% los casos no se impide el rebrote de la enfermedad, bien por cuestiones inmunológicas, bien porque es una leucemia muy agresiva. A esas personales se les aplican tratamientos más fuertes con el objetivo de frenar el padecimiento.
La jefa de la unidad de gestión clínica de hematología, Ana Isabel Heiniger, indicó que Carlos Haya ha realizado 760 trasplantes de médula ósea. Añadió que el Ministerio de Sanidad reconoció en 2009 al hospital como centro de referencia para el trasplante de médula ósea en niños.
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El gerente de Carlos Haya, Antonio Pérez Rielo, destacó la importancia de que el hospital cuente con mecanismos que permiten saber de forma anticipada si un enfermo va a recaer o no de una leucemia, puesto que esa información hace que se elija un tratamiento para evitar que se reproduzca el padecimiento. «Somos un hospital puntero en esta materia», dijo.
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