Alejandro Castillejo, durante la entrevista. :: SALVADOR SALAS
MÁLAGA

Alejandro Castillejo, presidente del Rotary Club de Málaga: «No buscamos el negocio propio, sino darle a Málaga la posibilidad de expandirse»

El movimiento internacional regresa a la ciudad en un momento en el que sus fines benéficos son más necesarios que nunca

MANUEL BECERRA

Miércoles, 9 de junio 2010, 11:00

Publicidad

Los rotarios, que entre 1927 y 1936 tuvieron un papel decisivo en hitos de la ciudad como la construcción del aeropuerto y del primer campo de golf, vuelven a Málaga. Lo hacen con ganas de trabajar por los demás desde una posición siempre apolítica y aconfesional, y sobre tres pilares: la amistad, la tolerancia y la solidaridad.

-¿Cómo surge la idea de crear el Rotary Club en Málaga?

-Por los intercambios que realizan. Tenía interés por mandar a mi hijo a estudiar a Estados Unidos y conocí a Graciela Waen, del club rotario de Benahavís, que toma la iniciativa de crear un club en Málaga. El gobernador del nuestro distrito, que abarca la zona sur, nombró a Graciela tutora para crear el club, ya que Málaga era la única capital de provincia española que no tenía Rotary Club. Vi una labor tan bonita que me entusiasmó. Sigues con tu trabajo, pero a la vez se abre la posibilidad de ayudar a los demás. Hoy puedo decir que el club me ocupa el 60% del tiempo, y estoy muy satisfecho de ello.

-¿Esperan reverdecer los viejos laureles de los rotarios en Málaga?

-Ojalá. El historiador Elías de Mateo escribió un libro fantástico sobre los orígenes de los rotarios en Málaga, que desaparecieron en España por la ley franquista de Asociacionismo. Pero antes, en los años 20 tuvieron una importancia clave en la definición de Málaga como zona turística, impulsando el aeropuerto y el primer campo de golf, el de Guadalmar.

-¿Qué caracteriza a los rotarios? -Su perfil es de empresarios y profesionales que se dedican a hacer el bien para la comunidad. Aprovechan sus contactos y sus conocimientos para aportar a la sociedad.

Publicidad

-¿Y cómo trabajan?

-En tres círculos concéntricos: el club, la comunidad en la que se asientan y la labor internacional. Las ideas claves son la amistad (dentro del propio club); la tolerancia en la comunidad, el respeto a personas que no comparten las mismas ideas, porque trabajamos con personas y no con ideas políticas o religiosas; y la solidaridad internacional, en estos momentos enfocada a la campaña 'Pongamos fin a la polio', para erradicar los cuatro focos que quedan en el mundo.

-¿Con quién trabajan en Málaga?

-Con Cudeca, en la lucha contra el cáncer, y con las Hermanas de la Cruz, recaudando fondos para sus comedores sociales. También hemos empezado un proyecto de apoyo internacional a Málaga 2016, además de colaborar con Málaga Open for Business. Desde este sábado, con el acto de puesta de largo del club (hotel Vincci Posada del Patio), empezaremos a recibir más necesidades, a captar fondos y a aplicarlos. La verdad es que con la crisis hay muchas necesidades y vamos a estar ahí para intentar darles respuesta.

Publicidad

-¿Y la labor de intercambio?

-Una de las mejores cosas del rotarismo es que conforma una red internacional muy extensa, con 33.000 clubes en todo el mundo. Eso no da muchas posibilidades de expandir nuestro mensaje y nuestra labor. Le pongo un ejemplo. Hace un par de meses vino un grupo de jóvenes empresarios australianos becados por el distrito 2203. Estuvieron más de un mes y conocieron empresas de agua, de reciclaje,... les enseñamos todo. También vino un grupo de daneses la semana pasada para conocer Málaga con visión de invertir. No buscamos el negocio propio, sino ofrecerle a Málaga la posibilidad de expandirse. Se trata de algo altruista.

-¿Cómo valora la III Asamblea del Distrito Rotario 2203, celebrada semanas atrás en Marbella?

-Fue fantástica. Es difícil de explicar, pero esos tres principios de los que le hablaba los encuentras enseguida cuando te cruzas con un rotario. Te trata como un amigo desde el primer instante. Y eso tiene un valor personal espectacular.

Publicidad

-¿Cuántos socios son ya?

-Somos 22 y es un club abierto. Para entrar tiene que haber un consenso amplio, porque por encima de todo somos amigos. El otro día Guillermo Cao, que será el próximo presidente, decía que entrar en el Rotary es muy fácil, pero que lo difícil es mantenerse, porque exige mucho compromiso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad