OCURRIÓ EN LA COSTA

El transgresor

FRANCISCO LANCHA

Sábado, 22 de mayo 2010, 04:43

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LA franja del litoral malagueño, que tiene como punto central Torremolinos y después va extendiendo sus tentáculos hacia el este y el oeste, encontró, para realizar este movimiento, a varios autores que dejaron su huella y su trabajo para la posteridad. Posiblemente el litoral se hubiese ido configurando, porque era terreno abonado. Sin embargo, se debe reconocer que hubo una serie de personajes que, arrimando el hombro con tesón y gran voluntad, factores importantes dada la precariedad de la época, lograron que la zona se constituyese en un centro de atracción internacional.

Son muchos los nombres. Hoy nos vamos a permitir evocar el de Rafaelito Neville. Rafael Neville, V Conde de Berlanga de Duero, malagueño nacido el día 21 de Agosto de 1926. Era hijo de Edgar Neville y Ángeles Rubio Argüelles y nieto de Doña Carlota Alessandri.

Este personaje fue uno de los responsables de que grandes celebridades de la época aterrizaran en la costa malagueña y de impulsarla en todos los medios sociales para así convertirla en una de las cumbres de turismo de aquellos momentos. Rafaelito Neville era sin duda ninguna un transgresor, pero, nadie le puede restar su enorme personalidad y su ingenio para inventarse las cosas mas peregrinas. Como aquella vez, en que disfrazó, a otro personaje de la Costa, el Titi, de mujer y fue presentándoselo a la gente como un miembro de la alta alcurnia, según cuenta el Conde de Casa Padilla.

Fue una persona entrañable que comunicó generosamente su deseo de vivir. También fue el primer malagueño que, ante la pacatería de los gobernantes, discrepó con ellos y, especialmente, con el gobernador civil de Málaga (de la época), que era el máximo representante del Gobierno central, con plenos poderes, con el que tuvo un curioso tira y afloja. Su bagaje familiar le permitió enfrentarse a la máxima autoridad de la provincia, que, molesto, ordenó su expulsión de la misma. Provocada por el envío por parte de Rafael Neville, de una invitación al gobernador en la que le decía: «Yo, Rafael Neville Rubio Argüelles, Conde de Berlanga del Duero y por la Gracia de Dios, maricón, Tiene el honor de invitarle a una fiesta en su casa».

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Era de prever que, la máxima autoridad no apareciera en la mencionada fiesta, pero, sin embargo, sí que respondió con la expulsión de Rafael Neville de la provincia. Ante tamaña decisión, Rafael Neville abandonó las tierras malagueñas y su querido Torremolinos, refugiándose en Cerdeña (Italia). Allí desarrolló sus conocimientos como urbanista y creó, junto con Paolo Riccardi, el Porto Rafael. Después, a mediados de los años sesenta, se le encuentra en Las Palmas de Gran Canaria, concretamente en el municipio de Mogán, donde otra vez usó sus conocimientos para construir el que hoy en día se conoce como Puerto de Mogán. Su peculiar arquitectura y diseño hizo que a esta zona se le conociese como 'La Venecia de Canarias'. Neville murió lejos de su Torremolinos en el año 1996, en Cerdeña, en Porto Rafael.

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