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Si hay un pensamiento compartido y generalizado entre los aficionados al baloncesto en Málaga en torno a Olek Balcerowski es que tiene potencial y capacidad ... de sobra para ser importante en este Unicaja. ¿Su gran aval? Su irrupción en el baloncesto español y europeo como jugador del Gran Canaria, equipo con el que se hizo, hasta dos veces, con el galardón al mejor jugador joven de la Eurocup, trofeo que levantó en su último año de amarillo. Fue esa atractiva presentación al pueblo la que lo llevó hasta uno de los clubes más importantes y laureados del viejo continente: el Panathinaikos, que abonó el montante de 500.000 euros por su fichaje, seducido por su envergadura y sus condiciones físicas (mide 2,16 metros), sus características en la pista y su corta edad (es del año 2000). En Málaga, hasta ahora, no ha cuajado como se esperaba, aunque hay grandes esperanzas depositadas en él cara al futuro.
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Su evolución, por el momento, está siendo lenta. Más de lo esperado. Ibon Navarro dejó caer en alguna de sus comparecencias de prensa que su problema es de carácter mental. «Es casi un juguetito roto para nosotros. Sabíamos que iba a pasar. Es muy joven y tiene unas expectativas demasiado altas a su alrededor. La suerte que tiene es que se puede equivocar porque tiene un equipo que le apoya y que además cubre los errores que puede cometer. Hay que acompañarle en este proceso de sentirse jugador y disfrutar, porque no disfruta nada jugando. Y para un chaval de 23 años es muy complicado jugar bien si no disfruta. Tiene que disfrutar. Sufre más que disfruta», verbalizó allá por el mes de marzo. Por momentos parecía que remontaba, pero volvieron a aparecer sus fantasmas.
14:16
minutos, 6,3 puntos y 4,3 rebotes promedió la pasada temporada en la Liga griega con el Panathinaikos.
10:48
minutos, 4,1 puntos y 1,6 rebotes promedia este curso en el Unicaja en la ACB.
El pasado curso en Atenas, donde levantó la Liga y la Euroliga, no tuvo demasiado protagonismo. Promedió 6,3 puntos y 4,3 rebotes en 14:16 minutos en la Liga griega y 2,8 puntos, 1,3 rebotes en 7:36 minutos en la Euroliga, contando más en la competición doméstica que en la continental. El club quiso buscarle una salida ante la intención de incorporar a otro 'cinco'. Las complicaciones que el equipo que dirige Ergin Ataman se encontró durante el verano para cerrar un fichaje con estas características frenó su salida rumbo a Málaga cuando la operación parecía hecha. Ataman, con pleno poder de decisión tras devolver al equipo a la primera línea conquistando Europa, y el propietario, Dimitris Giannakopoulos, ambos de personalidad fuerte y estridente, quisieron entonces curarse en salud ante esta tesitura reteniéndolo.
Fue así hasta la llegada del NBA Omer Yurtseven al OAKA, que hacía poco se había desvinculado de los Utah Jazz. El cuadro de Atenas volvió a poner a Balcerowski en el candelero, ya en septiembre, pero la dificultad para colocar a un jugar con ese contrato a esas alturas eran muy altas. Se le ofreció al Baskonia, pero el club vitoriano priorizó otro perfil, y fue entonces cuando el Unicaja, que contaba ya con trece jugadores y había incorporado a Tyson Pérez y a Killian Tillie ese verano, se decidió a reclutarlo.
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Varios son los actores protagonistas de esta cronología y otros tantos los factores que han propiciado que el de Balcerowski haya terminado siendo, lejos de explotar, un proyecto de cocción lenta en el Unicaja. El giro en el destino de Sima, que pudo salir en verano y terminó quedándose por las dificultades que el Unicaja se encontró para firmar al polaco, y el nivel que acabó mostrando, siendo el más regular de los 'cincos' del Unicaja durante un importante tramo del curso y erigiéndose como una pieza fundamental en la Copa de Gran Canaria, cambiaron los roles 'predeterminados' en la posición de 'cinco' de los esquemas de Ibon Navarro.
Los números de Balcerowski en el Unicaja, de hecho, no mejoran a los que tuvo en el Panathinaikos el año pasado, donde estuvo a la sombra de sus homólogos en la pintura: 4,1 puntos, 1,6 rebotes y 10:48 minutos promedia el polaco en la ACB y 3,7 puntos, 1,6 rebotes y 12 minutos ha promediado en la Champions League. Con Sima vinculado al Unicaja hasta 2026 y Kravish a punto de prolongar su contrato, todo apunta a que el equipo volverá a contar con tres pívots y otra importante nómina de interiores el próximo curso. La situación, a priori, será la misma para los 'cincos', y el protagonismo de uno u otro cambiará en función del rendimiento. Olek Balcerowski, que firmó en septiembre por dos años con opción a un tercero, buscará darle un giro a su destino el año que viene, también vestido de verde y morado, tras una temporada en la que el aprendizaje está siendo más grande que su impacto.
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