El Día Mundial de la Pizza se celebra cada año el 9 de febrero.

Día Mundial de la Pizza: fecha de celebración y trucos para prepararla bien

Este popular e internacional plato, protagonista el 9 de febrero, admite multitud de combinaciones

Isabel Méndez

Málaga

Jueves, 8 de febrero 2024, 23:44

Es una de esas fechas que provocan una sonrisa, cuanto menos, pero su elección está justificada por la legión de fans que tiene en todo el mundo, de distintas edades, razas y religiones. Se trata de la pizza, un plato muy popular que tiene su propio día en el calendario de efemérides especiales. Y ese día es este viernes, 9 de febrero, y se celebra en varios países del mundo, entre ellos España.

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La elección de esta fecha está relacionada con el debate que planteó ese día del año 2017 el presidente de Islandia, Guoni Th. Jóhannesson, cuando aseguró en la red social Twitter (ahora conocida como X) que odiaba la pizza con piña. «Me gusta la piña, pero no en la pizza. No tengo el poder para crear leyes que prohíban a las personas poner piña en su comida. Me alegra no tener ese poder», agregó. La discusión que planteó, que aún hoy es día es un tema recurrente, propició la declaración del Día Mundial de la Pizza, y en torno a esta fecha algunas de las empresas de alimentación ofrecen promociones para celebrar la efeméride.

¿Cómo surgió este polivalente plato? Se cree que nació en Nápoles (Italia) entre los siglos XVII y XVIII. No obstante, en la literatura romana y griega ya se mencionaban platos similares, como por ejemplo el plakous de la Antigua Grecia, que es un pan aplanado con hierbas, cebolla, ajo y queso. No es hasta el año 997 A.C. cuando se encuentra el término pizza en un texto latino en Gaeta, Italia. Este nombre proviene de pinsa, del verbo pinsere, que en italiano significa aplastar o presionar, que es la manera en la que se elabora la masa.

Así, la pizza parte de un pan, amasado y aplanado, que se elabora con harina de trigo, levadura, agua y sal (a veces aceite de oliva). Suele cubrirse con salsa de tomate y queso y a partir de ahí se añaden los ingredientes que se deseen, a gusto del consumidor, porque las combinaciones pueden ser (casi) infinitas. La tradición manda que se hagan en horno, y a ser posible de leña. Lo habitual es que la pizza tenga una forma redonda, pero también hay quien las prepara cuadradas o incluso rectangulares.

En Italia, la variante regional con más tradición es la pizza napolitana, además de ser el único tipo reconocido a nivel nacional y europeo. Su proceso e ingredientes quedan especificados en la norma UNI 10791: 98, elaborada por la Associazione Verace Pizza Napoletana junto con la especificación ETG.​ Esta asociación, fundada en 1984, se dedica a promover el conocimiento de la pizza napolitana artesanal. Solo dos variantes están reconocidas: Marinara, de tomate, ajo y orégano, y Margherita, que contiene mozzarella, tomate y albahaca y que debe su nombre a Margarita de Saboya.

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En 2010, la Unión Europea reconoció la pizza napolitana como Especialidad tradicional garantizada (ETG) y en 2017, la UNESCO reconoció el arte de los pizzaioli (pizzeros) napolitanos, y por tanto la pizza, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Teorema de la pizza y trucos

Este popular plato sirve incluso de base para un teorema matemático. Si una pizza es dividida en ocho trozos, obtenidos mediante cuatro cortes que pasan por un punto común y forman un ángulo de 45º entre ellos, entonces la suma de las áreas de los trozos alternos son iguales.

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Para conseguir una buena pizza, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta para conseguir un plato aún más apetitoso. La primera sería, en caso de las artesanales, dejar que la masa repose con la humedad y la temperatura idóneas. La mejor opción para conseguirlo es cubrirla con un trapo húmedo y meterla en ell horno apagado para evitar así corrientes de aire.

Por cuestiones de tiempo se suele usar un rodillo para amasar, pero los expertos lo descartan y abogan por utilizar las manos. El resultado será más ligero y sin grumos, aunque a cambios nos llevará más tiempo.

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El tomate es fundamental en este plato, así que debe elegir cuidadosamente. La mejor opción es usar fresco triturado, sin piel ni semillas, y en una cantidad suficiente para cubrir la masa pero sin excesos, para que no quite protagonismo al resto de ingredientes.

Y otro punto a tener muy en cuenta es el horno: no cuidar el proceso de horneado secará la masa y el resultado no será el mismo, ni mucho menos. Conviene precalentar el horno a 280ºC durante al menos diez minutos para conseguir una temperatura muy alta antes de meter la pizza. Después, el tiempo de cocinado deberá ser breve, no más de diez minutos.

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