La Virgen de la Paz vuelve a procesionar como recoge un grabado de 1853 en Antequera

La Cofradía de «Abajo» protagonizó una de las imágenes con las que se recordará la Semana Santa al cambiar la vestimenta íntegra de la Virgen de la Paz, inspirándose en un grabado de 1853 cuando lucía el luto con saya blanca y manto negro como lo hizo este Viernes Santo en vez de los habituales manto azul y saya roja.

Así, volvió a llevar el manto negro del siglo XIX de Antonia Palomo, restaurado por Santa Conserva en 2020, gracias a la donación de la devota Carmen Bueno que sufragó los trabajos. Estrenó una saya realizada por Antonio Miguel Moreno Serrano, diseñada por Javier Sánchez de los Reyes, además de la corona de plata en vez de la tradicional.

Un cambio que evocaba al grabado de 1853 cuando las imágenes marianas se vestían con saya blanca y manto en señal de luto en vez de la tendencia del siglo XX de otros colores como el azul, verde o rojo.

Juan Félix Luque de Gálvez se estrenó como hermano mayor de la Cofradía con el objetivo de recuperar el esplendor de años y siglos atrás y lo encamina en su primera Semana Santa. Junto a la Virgen de la Paz procesionaron el Niño Perdido, el Dulce Nombre de Jesús y el Cristo de la Buena Muerte.

Musicalmente contaron con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores «Flor entre Espinas» de Loja y Banda Municipal «Amantes de la Música» de Campillos. En el recorrido, las obras en calle Infante don Fernando le llevaron a pasar por calle Duranes y Lucena que fueron muy bien respaldadas por el público.

«Corrieron las vegas» para regresa al templo y hubo encuentro con la Cofradía de Arriba en la popular zona conocida como de la citarilla en la puerta del templo dominico.

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