Yo abolo

ROSA BELMONTE

Lunes, 3 de septiembre 2018, 08:23

Parece más fácil abolir el cambio de hora, y hasta la Constitución, que la prostitución. Salvo en la cabeza atolondrada de Pedro Sánchez. Después de que a la ministra de Trabajo le colaran la 'Organización de Trabajadoras Sexuales' (un sindicato de putas cuyo acrónimo es OTRAS, como haciendo un homenaje a Concha Piquer), Sánchez dijo que la prostitución no es legal en España. Y que su Gobierno feminista es partidario de la abolición de la prostitución. Sólo le faltaba creerse el Lincoln del lenocinio. Las OTRAS han pedido en bloque la dimisión del Gobierno y denuncian que se escude «tras la intocable tela del feminismo blanco, heterosexual y burgués». Antes, abolir era un verbo defectivo y no se podía conjugar en todos los tiempos. En la 'Nueva gramática de la lengua española' de 2009 y en el 'Diccionario' de 2014 se registró como verbo regular. Ahora Pedro Sánchez puede decir «Yo abolo». Es tan ridículo como sus altas pretensiones.

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