Hipster o reliquia

La moda es un mundo a tener en cuenta, aunque sea para no seguirla. Recoge con sensibilidad y anticipación lo que está pasando y lo plasma en líneas, colores, estilos. Yo que siempre la he despreciado, porque procedo de una generación forjada en la austeridad y en el rechazo de lo frívolo, y bien que me arrepiento, ahora me admira comprobar cómo esas corrientes que recorren de forma subterránea la sociedad afloran de pronto en algún diseño, o bien los problemas, el dolor, las necesidades de la gente se manifiestan de forma simbólica en el vestuario o en la imagen de uno mismo. A veces es una sencilla reacción de salud mental, una vía de escape, como el sorprendente auge de la venta de 'rouge' tras el atentado a las Torres Gemelas. Otras necesitan una explicación más profunda.

Es el caso de la camiseta 'hipster' con el símbolo del puño y la rosa del PSOE que ha puesto en circulación una firma americana, Urban Outfitters, y que creo que ha tenido que retirar por temas de propiedad intelectual o así. Me tiene fascinada el hecho de que el emblema del partido aparezca de pronto entre los modernos de Manhattan junto con otros logos antiguos, como el de Atari, que fueron conocidos hace una veintena de años.

Las prendas del puño y la rosa de la la marca en cuestión tienen un aire de reliquia, de arqueología de la moda, un punto de moderna antigüedad. Como fotos en sepia coloreadas. No sé si eso significa que el PSOE es ya cosa del pasado -yo conservo como oro en paño unas camisetas que compré en la URSS de Gorbachov, con el mapa del país, la hoz y el martillo y las palabras 'Perestroika' y 'Gladsnot', que una vez me intentaron comprar unos extranjeros en la playa de Bolonia- o si es que el PSOE vuelve, como las barbas, los tirantes, las camisas campesinas, la afición por tejer, y se convierte en algo 'aspiracional' que se dice.

Es quizás la misma duda que corroe a todo el país, y en especial a quienes se van a lanzar a la batalla de las primarias socialistas, que este domingo entran en 'boxes' con la magna presentación de Susana Díaz en Madrid, en un acto que ya viene precedido de todos sus perejiles: el respetuoso cumplimiento de la candidata de la comunicación a todos los estamentos que le corresponden (el miércoles su agrupación de Triana, hoy el PSOE andaluz) y la expectación por el 'gotha' que le acompañará. «Todos los que son alguien en la historia del partido y siguen vivos», me dicen. Planificado al milímetro.

La cuestión es si al final del camino quedará un partido pasado de moda o si va a lograr reinventarse y coger la onda de los tiempos. Como las camisetas.