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Martes, 10 de junio 2025, 18:03
A la hora de elegir un seguro para coche pueden surgir dudas: de las diferentes modalidades existentes, ¿cuál es la mejor? ¿Cuándo conviene contratar un Seguro a Terceros básico o un Seguro a Terceros ampliado? ¿En qué casos es aconsejable decantarse por un Seguro a Todo Riesgo?
Al respecto, los profesionales del sector asegurador explican que para tomar una decisión acertada es importante suscribir una póliza que se ajuste a las necesidades de cada usuario teniendo en cuenta cuestiones como su presupuesto, la antigüedad del vehículo o la utilización que se haga de él.
El Seguro a Terceros básico es obligatorio para circular por las vías públicas y, a través de la cobertura de Responsabilidad Civil, cubre los daños personales y materiales que puedan ocasionarse a terceros con el vehículo asegurado. Se trata, pues, de la modalidad más básica y puede ser una interesante opción si:
• El tomador del seguro dispone de un presupuesto limitado.
• El automóvil es antiguo.
• El coche se usa ocasionalmente.
• El vehículo se aparca en una plaza de garaje.
• El conductor habitual tiene experiencia al volante y un perfil de siniestralidad bajo.
En el supuesto de que se vaya a contratar un Seguro a Terceros básico, los expertos aconsejan suscribirlo con una compañía que ofrezca una póliza lo más completa posible. Así, es esencial que, entre otras, incluya las coberturas de Seguro de Ocupantes del Vehículo –conductor y pasajeros– y Asistencia en Viaje.
Y también servicios adicionales que aporten valor como revisión anual de seguridad gratuita, reparación de pinchazos, cambio de vehículo o recuperación de puntos y del carné de conducir.
En cuanto al Seguro a Terceros ampliado, también conocido como Seguro a Terceros Plus, es indicado para automóviles con una antigüedad superior a seis años y conductores que demanden un nivel de protección mayor. En este sentido, esta modalidad se distingue del Seguro a Terceros básico por añadir las siguientes coberturas:
• Rotura de lunas. Es de gran utilidad, ya que ningún vehículo está exento de sufrir daños en alguna de sus lunas debido a impactos, caída de objetos, cambios bruscos de temperatura, etc.
• Robo. Lo mismo puede decirse de la garantía de Robo: según datos del Ministerio del Interior, cada año se registran más de 30.000 sustracciones de vehículos en España.
• Incendio. Aunque no suele ser frecuente, un automóvil puede sufrir un incendio a consecuencia de un fallo eléctrico, el sobrecalentamiento del motor, una fuga de combustible... Además, a tenor de los datos de la industria aseguradora, el 9% de los incendios tiene lugar en zonas comunes como los garajes. De ahí que sea conveniente incluir esta cobertura en la póliza.
Y por lo que respecta al Seguro a Todo Riesgo, es el más completo y a todas las garantías de los seguros a terceros suma la cobertura exclusiva de Daños Propios, que cubre los daños que un automovilista pueda causar a su coche en accidentes con vehículo contrario o sin él. Esta modalidad es especialmente indicada para:
• Vehículos nuevos o con menos de seis años de antigüedad.
• Conductores que deseen contar con la máxima protección, independientemente de la antigüedad del automóvil.
En definitiva, el mejor seguro de coche es aquel que se adapte a las necesidades de cada usuario. Para ello, es importante suscribir la póliza con una compañía aseguradora de confianza que facilite elegir entre diferentes modalidades de seguro y aporte valor complementando las coberturas con servicios adicionales que resulten de utilidad para el asegurado.
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