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Los alumnos con sus jóvenes profesores Charo Márquez
Los alumnos de la Escuela de Hostelería de Estepona imparten clase a personas discapacitadas

Los alumnos de la Escuela de Hostelería de Estepona imparten clase a personas discapacitadas

El centro enseña gratuitamente a hacer pan a miembros de la asociación 'Niños grandes' de Estepona

Charo Márquez

Estepona

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Martes, 9 de abril 2019, 18:33

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De alumnos a profesores. Los estudiantes del curso de cocina de la Escuela de Hostelería de la Costa del Sol de Estepona se han puesto en el lugar de sus maestros para impartir un taller de elaboración de pan entre un grupo de chicos y chicas con diversidad funcional de la asociación 'Niños grandes'. Esta organización, que comenzó a funcionar solo con niños autistas en Estepona, acoge ahora también a personas con distintas discapacidades intelectuales.

La dirección de la Escuela consideró que lo más adecuado era hacer pan, «porque se trabajan las masas con mucha facilidad, como si fuera plastilina, no hay riesgo de cortes, ni de quemaduras», explicó Cristina Matos, directora del centro. Seis miembros de la asociación recibieron clases muy personales, tanto es así que cada alumno contó con dos o tres profesores a su servicio.

Tras hacer la masas y mientras el pan se horneaba, los aprendices de panadero agradecieron a sus jóvenes profesores sus enseñanzas con un baile.

Carmen Framil, presidenta de la asociación 'Niños grandes' agradeció la generosidad de la Escuela por ofrecerles este taller de manera gratuita. El centro destina dos euros de cada uno de los menús de sus restaurante a este tipo de actividades. Los chicos de la asociación quedaron tan satisfechos con el aprendizaje que algunos, como Salvador, de 21 años, le pidió a Framil que le ayude a estudiar, porque quiere ser cocinero.

Los integrantes de la asociación aprendieron a hacer pan, pero los alumnos de la Escuela de Hostelería, pese a ser los profesores en esta ocasión, se llevaron un mayor aprendizaje. «Ha sido un privilegio poder compartir mi pasión, la cocina, con estos chicos; y ellos nos han demostrado que son capaces de hacer todo lo que se propongan», comentaba Jorge. Su compañero Álvaro resaltaba que «es increíble como afrontan su situación. Es admirable porque nosotros nos quejamos por cualquier cosa». Y David se quedó encantado con la experiencia y sobre todo con la respuesta de sus alumnos, «porque nos han demostrado su agradecimiento sincero».

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