
Shinji Okazaki (33 años) llenó la sala de prensa Juan Cortés de La Rosaleda, aunque sorprendente sin profesionales de la comunicación de su país. El tres veces mundialista, el ganador de la Premier League con el Leicester o el delantero que fuese el máximo goleador mundial de 2009 para la IFFHS. El fichaje estelar del verano del Málaga, aunque más de uno pudiera bromear a estas alturas con el argumento de que es la única incorporación actual, analizó sus motivaciones para llegar al club de La Rosaleda, y lo hizo en japonés, pese a que domina perfectamente el inglés.
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«En un principio, quería jugar en un equipo español. Se ha presentado la oportunidad y estoy muy contento de que sea en Málaga. Tenía varias ofertas, pero creo que he acertado con el Málaga . Hay mucho potencial y me siento muy a gusto con el equipo«. De hecho, por eso restó relevancia a verse jugando en Segunda, lo que no ha hecho en su carrera el nipón (ex del Shimizu Pulse el Mainz, el Stuttgart y el mencionado Leicester): «Lo importante es poder estar con un equipo a que admiro. El hecho de ser una u otra categoría no es relevante. Tengo pasión por el fútbol y estoy muy ilusionado con el proyecto de este club».
Además, Okazaki restó hierro a la demora en hacerse oficial su fichaje, después de que el jueves pasara el reconocimiento médico pero su alta no se anunciara hasta el martes. Se llegó a especular incluso con su salida sin acuerdo, pero no fue así: «He tenido la oportunidad de conocer al resto del equipo y al entrenador mientras esperaba ese contrato y he afianzado mi deseo de estar en el Málaga jugando con el equipo. No he tenido dudas. En el Málaga son todos muy amables. No sé aun el nivel que tienen pero voy a trabajar con ahínco y me siento muy cómodo».
Como 'nueve' o de segundo punta, el japonés prometió buenas cifras de tantos esta temporada (tiene un año de contrato con opción a otro, seguramente en función del ascenso): «Tengo muchas ganas de meter muchos goles y estoy muy motivado». Finalmente, reconoció que no ha tenido demasiado tiempo para conocer Málaga, sólo algo de Marbella, y habló de por qué eligió el '23' como dorsal: «Empecé con ese numero y he continuado con él siempre que he podido. Es un dorsal con el que me identifico».
El nombre de Olga Grymierski quizás sea más conocido por su negocio personal, el restaurante Okami, situado en la calle Cister. Y de Okami... a Okazaki, el motivo que llevó a esta joven malagueña a acudir a la sala de prensa de La Rosaleda como traductora del atacante malaguista. Y es que no son muchos los 'boquerones' que se expresen con naturalidad en japonés, y menos aún los que la escriben. Olga empezó a estudiar esta lengua por deseo personal y ganas de concocer la rica cultura japonesa. Había sufrido un accidente, estuvo meses inmovilizada y aprovechó la oportunidad. Además, gracias a los lazos de la embajada, organiza cada año la Semana Cultural Japonesa, con la ayuda del Ayuntamiento. «Málaga cuenta con la tercera colonia enEspaña de japoneses, principalmente en la capital, en Fuengirola y Mijas», explica a este periódico después de superar el 'trance' de traducir por primera vez en público, incluso con expresiones de la jerga futbolera. Aunque Okazaki se expresa bien en inglés, él no se ve con suficiente confianza y pidió hablar en japonés.
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