
El malagueño tras el protocolo anticovid de LaLiga
Desde dentro ·
Jaime Blanco hace balance del plan para el desconfinamiento del fútbol y destaca el novedoso rol de los inspectores, «claves» para el funcionamiento de la actual competiciónSecciones
Servicios
Destacamos
Desde dentro ·
Jaime Blanco hace balance del plan para el desconfinamiento del fútbol y destaca el novedoso rol de los inspectores, «claves» para el funcionamiento de la actual competiciónComo a la amplia mayoría de la sociedad, la pandemia alteró por completo las funciones y los objetivos profesionales del malagueño Jaime Blanco (Málaga, 1990) en su empresa, LaLiga. De repente, todo lo previsto en su agenda se canceló y pasó a formar parte de un equipo de crisis que buscaba la manera más efectiva de reanudar las competiciones y sacar al fútbol del confinamiento estricto que paró en seco también a la industria del balón.
La llave fue el diseño de un exhaustivo protocolo que generase una burbuja anticovid en los clubes. Diez meses después del inicio de este proyecto, LaLiga presume de haber conseguido terminar la pasada temporada y haber dotado de una estructura solvente para desarrollar una nueva desde el principio y sin demasiados imprevistos a pesar del delicado contexto social.
«Estamos muy contentos del trabajo que se está haciendo. De hecho, en las reuniones por videoconferencia, y en las que casi siempre está codo con codo el presidente, Javier Tebas, abrimos reconociendo el esfuerzo que se hace por parte de todos. Los datos dicen mucho. En Segunda, por ejemplo, se han suspendido sólo dos partidos (Alcorcón-Sabadell y Alcorcón-Ponferradina) mientras que en la segunda inglesa han sido diez», compara Jaime Blanco, adjunto a Presidencia de LaLiga, donde se incorporó en 2018 tras participar en LaLiga Global Network, un proceso de selección que seduce a muchos jóvenes preparados. No se incorporó a la primera, pero pronto le sonó el teléfono con una oferta de trabajo.
En el caso de este malagueño, que se forjó en el Liceo Francés de la capital, marchó pronto a Madrid para formarse en Dirección y Administración de Empresa. Después pasó por la embajada de España en Montevideo tras realizar el Máster de Gestión Internacional del Ministerio de Economía y trabajó en la auditora KPMG. Reconoce Blanco que hasta llegar a la actual convivencia con todas las normas anticovid hubo un trayecto «intenso» porque el protocolo «suponía una gran exigencia».
Tuvieron que tomar decisiones impensables, difíciles de comprender para algunos. Ya parece algo lejano, pero no hace tanto de aquel hermetismo extremo al que se sometieron los equipos, que arrancaron con entrenamientos individuales y por turnos. Precisamente, anticipándose a posibles tensiones, y porque había mucho en juego y no se podía dejar casi nada al azar, se creó el puesto de 'inspector del protocolo', figura que ha resultado fundamental para controlar que las directrices se cumplan a rajatabla en los clubes.
Uso obligatoria de mascarillas FPP2 Una de las medidas ante el repunte de casos tras las navidades, cuando los jugadores no pudieron volver a entrenarse en grupos hasta someterse a nuevos test.
De nuevo, vestuario prohibidos. Los jugadores deben volver a ir a los entrenamientos vestidos de casa y no pueden ducharse en los estadios.
No más de cuatro personas en las comidas. Una medida para los desplazamientos.
«Un guardián del protocolo que también sirve como una figura de presión. Cuando llevas once meses de pandemia la gente igual puede relajarse», resume Blanco, quien explica que este rol también ha ido evolucionado. En un principio se encomendó esta misión a los que ya ejercían como directores de partido, aquellos empleados que suelen verse por los estadios, normalmente ataviados con una 'tablet', para registrar las incidencias que puedan darse durante un encuentro, a todos los niveles (en la imagen que acompaña esta información se tiene un ejemplo). Luego, para el comienzo de la nueva campaña, LaLiga abrió la contratación de otros perfiles para el puesto con la idea de intensificar esta función.
«Están en el día a día de los clubes. De lunes a domingo, y descansan los mismos días que la plantilla. Y también viajan con los equipos a los partidos de fuera, incluso a los que no son de competiciones de LaLiga. Creemos que también puede repercutir en nuestra liga, y aunque ya hay unas medidas básicas para todos, las de LaLiga son algo más estrictas», detalla Blanco. La principal diferencia con el resto de normativas es en relación al uso de vestuarios y al control de entrada y salida de jugadores.
«Probablemente haya una nueva actualización en febrero. El último cambio que añadimos es el uso obligatorio de las mascarillas FPP2 en los entornos de LaLiga. Desde enero, por la incidencia que hubo de contagios, que era una situación que sabíamos que ocurriría, se implantaron unas nuevas medidas de control tras los días libres de los jugadores. Al igual que ocurre cuando van y vienen los futbolistas internacionales, que no pueden volver a entrenarse en colectivo sin un negativo concluyente», enumera Blanco.
Aclara que «no es una tarea fácil» porque a pesar de necesitarse una buena sintonía con jugadores y técnicos, no se puede obviar que esta figura es empleado de LaLiga, no del club al que supervisa. «El inspector tiene que ser capaz de interiorizar el protocolo y poder ir resolviendo las variantes que se suelen dar a partir de lo que marca el texto rígido, que nunca va a poder abarcar todo». Pero precisamente por eso, la comunicación entre departamentos es constante. Estos inspectores generan informes que se dirigen a una sede en Córdoba, que dirige el exárbitro Sergio Sánchez Castañer, y de ahí pasa a Madrid, donde se reúne el gabinete de Presidencia y Competición de forma constante.
«Esto permite que estemos en una evolución permanente y reaccionemos a tiempo en todas las situaciones. Las actualizaciones son constantes, también avaladas por expertos epidemiólogos y cuerpos médicos de los clubes. Creo que es un ejemplo de la capacidad de adaptarnos a las nuevas situaciones de la sociedad», concluye Blanco, que tampoco tiene una bola de cristal para visualizar el final de la actual coyuntura.
El 'guardián del protocolo' en el Málaga es Antonio José Ramos Tejada, más conocido como Antoñete en el mundo del fútbol, donde fue exjugador del Malagueño. Fue quien relevó a Daniel Bendodo (primer hombre de LaLiga en supervisar al equipo) al inicio de la pretemporada. Su pasado blanquiazul le permite mantener una relación más allá de lo cordial dentro del club, donde la persona que destacan desde LaLiga por su «valiosa» labor en esta situación es la responsable de Recursos Humanos, Maria Del Mar Jimenez.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Abel Verano
Fernando Morales y Álex Sánchez
J. Gómez Peña y Gonzalo de las Heras (gráfico)
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.