Aficionados malguistas en una imagen de archivo. Pepe Ortega

'El Málaga es un sentimiento', por Daniel Pérez Morales

«Cuando se consumó el descenso, y después de apagar el televisor, vino de nuevo a mi memoria aquel Málaga que brindaba victorias y emocionaba a la afición en cada partido»

Daniel Pérez Morales

Viernes, 20 de abril 2018, 14:34

Han pasado más de 30 años desde que pise por primera vez el estadio de 'La Rosaleda'. Cuando joven pude acudir al estadio en pocas ocasiones, ya que mi padres no podían costearnos, a mi hermano y a mí, el carnet de socio. Sin embargo, eso no acabo con las ansias de aquel chiquillo que jugaba por las calles de Miraflores pensando en ser el próximo Juanito o Makanaki, que si bien no fue un gran referente futbolístico su nombre inundaba las escuelas por su sonoridad.

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El tiempo me fue quitando el sueño de debutar en mi equipo, la calidad nunca me acompañó, pero el sentimiento siguió igual de fuerte. Ya de mayor decidí hacerme socio de mi equipo, junto a mi hermano Antonio. Nunca fallamos en nuestro asiento. No hay nada más motivador que un gol del Málaga en la Rosaleda con su consecuente piel de gallina y temblor bajo los pies.

Habíamos vivido unas décadas de meridiana estabilidad. Mi época adolescente, la más futbolera, coincidió con aquel Málaga que ascendió a segunda, con Ismael Díaz de entrenador, de los Basti, Guede, Roteta, Larrainzar, Movilla, Sandro o Bravo, entre otros.

De la mano de Joaquín Peiró llegó el mejor Málaga que yo recuerde -por mi edad-, por aquello de la estabilidad. Cierto es que no había dinero, éramos un club vendedor, pero parecía que se acertase en cada fichaje para, como mínimo, mantener un buen nivel, con un equipo que acostumbraba a jugar con extremos y laterales veloces.

Ayer, cuando se consumó el descenso, y después de apagar el televisor, vino de nuevo a mi memoria aquel Málaga que brindaba victorias y emocionaba a la afición en cada partido. Este fue el Málaga que me hubiese gustado ver.

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Hoy leemos por parte de la propiedad una carta pidiendo disculpas. Lo que hace falta es menos palabras y más hechos. Los malagueños queremos ver a una propiedad involucrada y sobre el terreno, que como nosotros le duela el equipo. Y es que muchos no lo entenderán, ellos parece que tampoco, pero ser del Málaga es un sentimiento.

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