Todo es un despropósito

Polémicas servidas por los penaltis pitados por el catalán Ávalos Barrera. En el primero lo indicó por manos de Lombán, pero ni en las imágenes de la transmisión se pudo ver si el balón da en ellas y, más aún, si es acción intencionada. Se puede intuir que el malaguista, en su caída, se encuentra con el esférico, pero de ahí a interpretar voluntariedad me parece excesivo. En el que señaló a Víctor Gómez, por otra supuesta mano, es de chiste, sin ser claro si el balón da o no en su brazo, además de que el propio cuerpo del lateral malaguista impedía que el esférico lo desbordara.

Lo positivo: Siendo un colegiado con buenas condiciones, la falta de criterios adecuados en las acciones comentadas le llevaron a completar una deficiente labor. Deberán ser los colegiados los que trabajen en pro de hacer cambiar a los responsables técnicos. Las manos no pueden ser amputadas en la disputa del balón. Pretender robotizar a los futbolistas en sus movimientos es otra locura. Ávalos cumplió en el control disciplinario, manteniendo las pausas necesarias y sólo necesitó amonestar a Lombán por la más que dudosa mano del penalti, y a los locales Corpas y Sergio Álvarez por sendas entradas.

Lo negativo: Hubo fases en las que mostró cierta ausencia en el control de las jugadas. No estuvo firme en la aplicación de la ventaja y tampoco en algunas otras acciones en falta, que le provocaron errores atípicos en un árbitro del nivel que ha mostrado tener en sus cuatro temporadas en Segunda. Esperemos que el nuevo equipo del Comité Técnico, presidido por el buen colegiado que fue Medina Cantalejo, sea capaz de dotar de mayor cordura en la aplicación de la regla de la manos, especialmente en las áreas.