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El horror vivido en Valencia está muy reciente y los malagueños no quieren arriesgarse. La ciudad amanecía esta mañana con una estampa que recordaba a la de la etapa más dura de la pandemia: carreteras desiertas, cafeterías cerradas, obras paradas y oficinas sin gente. El miedo a la DANA ha llevado a ciudadanos, administraciones públicas y empresas a adoptar un autoconfinamiento preventivo para evitar los riesgos derivado de las lluvias torrenciales. «Se ha reaccionado muy bien. Lo que ha ocurrido en Valencia ha servido de lección y tanto los ayuntamientos como el resto de administraciones y las propias empresas están recomendando a la gente que se quede en casa y evite desplazamientos», afirma el secretario general de CC OO, Fernando Cubillo. Coincide con él el líder de la patronal, Javier González de Lara, que alaba el "criterio de prudencia generalizado".
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En las oficinas malagueñas la norma hoy es el teletrabajo, no sólo por evitar riesgos para los trabajadores sino porque al estar los centros educativos cerrados, muchos empleados tienen que quedarse con sus hijos en casa. Prácticamente ninguno de los más de 20.000 trabajadores del Málaga TechPark ha acudido hoy a su puesto de trabajo, según confirman desde la dirección del recinto. Los pocos que lo habían hecho, eran enviados a su casa de vuelta a media mañana. La administración autonómica y local en Málaga, Álora, Cártama y demás municipios englobados dentro de la alerta roja han cerrado actividades, remitiendo a los empleados al trabajo remoto, salvo a aquellos cuyo trabajo resulta hoy esencial. Lo mismo ha hecho la Diputación y la Administración central. En las empresas de telemarketing, que suman miles de trabajadores, también se ha impuesto hoy el trabajo remoto, según se pactó con los sindicatos a principios de semana. Es una fórmula que para la mayor parte de las empresas está bien engrasada desde la pandemia y ha permitido seguir operando con normalidad a muchas empresas.
Fuentes de la patronal de hostelería de Málaga, Mahos, estimaban esta mañana después de hacer un sondeo entre sus asociados que alrededor de la mitad no habían abierto la persiana hoy. De los establecimientos que sí empezaron la jornada operativos, la mayoría ha ido resignándose a cerrar también conforme avanzaba la mañana y empezaba a arreciar la lluvia. De todas maneras, la clientela brillaba por su ausencia salvo en lugares como el Hospital Regional, donde la cafetería se convertía en atestado refugio de profesionales sanitarios y familiares de pacientes que no se atrevían a salir a la calle.
En cuanto al comercio, algunas panaderías, carnicerías y demás pequeños comercios de alimentación en los barrios sí han abierto esta mañana, aunque fueron cerrando cuando vieron que el riesgo de inundación era cierto. El Corte Inglés ha abierto a primera hora, pero alrededor de las 11.30 ha llegado una orden interna de cierre de todos los centros de la provincia de Málaga -tanto los grandes almacenes como los Supercor e Hipercor- y sus trabajadores han vuelto a sus domicilios.
Todas las cadenas de supermercados abrieron esta mañana sus puertas a primera hora salvo Carrefour, que ya ayer había decidido no hacerlo para no exponer a trabajadores y clientes a riesgos innecesarios. Así lo anunciaba esta compañía en sus redes sociales: «Señores clientes, debido a la alerta por fuertes lluvias comunicada por Protección Civil 112 evitando desplazamientos les informamos que el miércoles día 13 nuestros hipermercados de la provincia permanecerán cerrados». A eso de las 12, cuando empezó a apretar la lluvia, Maskom procedió a clausurar todos sus establecimientos de la provincia. Y a las 14.00 horas, Mercadona anunciaba el cierre de todas las tiendas de la capital malagueña (26) y otras veinte ubicadas en los municipios de de Vélez-Málaga, Rincón de la Victoria, Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Álora, Cártama, Coín, Torremolinos y Marbella. "Todos nuestros trabajadores se encuentran bien. El resto de tiendas permanecen abiertas, por el momento, y seguimos las instrucciones de las autoridades", informaban los portavoces de esta cadena.
Entre los bazares asiáticos la norma ha sido el cierre preventivo desde esta mañana, lo mismo que en las tiendas del Grupo Inditex. En la calle Larios, emblema del comercio en la ciudad, eran muy pocos los locales con actividad esta mañana. Tampoco los centros comerciales de la capital han abierto.
Respecto a las entidades bancarias, algunas han decidido ya desde primera hora no arriesgarse a abrir al público, como BBVA, Santander o Cajamar. Unicaja llegó a abrir sus oficinas, pero pasadas las 10 de la mañana, una circular interna ordenaba echar la persiana de todas sus oficinas de las provincias de Málaga y Granada. Los empleados de dichas sucursales y de los servicios centrales enfilaron el camino a casa, donde siguieron la jornada teletrabajando.
Los polígonos industriales -algunos de los cuales están en las zonas más fácilmente inundables de la capital- están «al 50% o 60% de actividad», afirmaba esta mañana el presidente de la Asociación de Polígonos de Málaga, Sergio Cuberos. Numerosas empresas de transporte y logística no han operado hoy ante el riesgo que presentan los desplazamientos por carretera y la inactividad de muchos de sus clientes.
En la construcción, ante la alerta roja y la activación de la fase 1 del plan de emergencia, «muchas obras se han parado para evitar desplazamientos de los trabajadores o por estar en zonas o en situaciones que pueden acarrear algún riesgo», según informa la secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores, Violeta Aragón. «La recomendación para el personal de oficina es que se teletrabaje hoy», añade.
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