Dolores Fernández Ortuño, en La Mayora, dirige el proyecto.

La Mayora desarrolla un programa web que mide la eficacia de los fungicidas en la fresa

Permite a los agricultores conocer de manera gratuita si los productos químicos que utilizan en sus plantaciones son eficaces

Agustín Peláez

Sábado, 26 de marzo 2016, 20:45

Imagine que es agricultor, que se dedica al cultivo de fresas y que puede conocer fácilmente si los productos químicos que utiliza para controlar una determinada plaga están siendo efectivos o no antes de que se le estropee la cosecha. Contar con un servicio de este tipo evita pérdidas, reduce costes y además beneficia al medio ambiente. Pues ese servicio lo está desarrollando desde septiembre del pasado año la investigadora del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) La Mayora, Dolores Fernández Ortuño, como parte de un proyecto de investigación en marcha.

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DATOS

  • Proyecto. Programa de monitorización de resistencia a fungicidas en patógenos de la fresa. Persigue evaluar todas las clases de fungicidas que están autorizados en España para combatir estas enfermedades en el cultivo de la fresa.

  • Duración. Tres años. Desde septiembre de 2015 a septiembre de 2018.

  • Web. El proyecto desarrolla un programa que permite a los agricultores conocer si el fungicida o fungicidas que está usando en sus plantaciones son eficaces.

  • Agricultores. Para conocer si los fungicidas que utilizan son los indicados, los productores pueden enviar sus muestras a Dolores Fernández Ortuño, (Biología y Control de Enfermedades de Plantas. Laboratorio de Micología. IHSM La Mayora. 29750 Algarrobo-Costa, Málaga). El informe que se genera es gratuito y personalizado. En la propia web del IHSM La Mayora se explica cómo deben recoger y remitir las muestras.

El sector fresero andaluz produjo en la campaña 2014-2015 más de 308.000 toneladas de fruta. De esta cantidad, 221.000 toneladas, el 71,8 por ciento, tuvieron como destino la exportación, lo que generó una facturación de 416,7 millones de euros. En Andalucía la superficie de cultivo supera las 6.800 hectáreas. Son datos que hablan por sí mismos de la importancia del cultivo en la agricultura andaluza y española.

Sin embargo, hay dos enfermedades que traen de cabeza a los productores de fresas, no sólo en España, sino en otros muchos países. Se trata de las plagas producidas por hongos. Dos ejemplos son 'Podosphaera aphanis' y 'Botrytis cinerea', agentes causales del oídio y la podredumbre gris de la fresa, respectivamente. Por ello el empleo de fungicidas es una práctica habitual en las plantaciones para combatir ciertas enfermedades causadas por hongos fitopatógenos. El problema es que muchos hongos son capaces de desarrollar resistencias a estos compuestos químicos al poco tiempo de ser autorizados para su uso, ocasionando importantes pérdidas en los cultivos.

Para evitar el uso innecesario de productos químicos que además de no hacer nada, generan resistencia y no evitan las pérdidas, Dolores Fernández está llevando a cabo un proyecto que tiene como finalidad informar a los agricultores sobre qué fungicidas son o no eficaces.

El proyecto, que cuenta con financiación del programa COMFuturo, consiste en el desarrollo de un kit, mediante el uso de placas multipocillos, que permita evaluar todas las clases de fungicidas que están autorizados para combatir estas enfermedades en el cultivo de fresa.

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Web accesible

Asimismo, y esto es lo interesante, contempla el diseño de un programa que posibilite conocer de forma rápida y fiable qué fungicidas son o no eficaces en una plantación, para que el agricultor pueda poner en marcha un plan de actuación que le permita hacer frente a la plaga en el menor tiempo posible. La web, tras analizar los resultados del hongo, genera un informe que es remitido al agricultor sobre qué fungicidas están funcionando o cuales debe descartar, evitando costes innecesarios tanto económicos como ambientales.

La investigación, que tiene una duración de tres años (hasta septiembre de 2018), pero que se quiere mantener en el tiempo con nuevas financiaciones, pretende en última instancia mejorar las actuales estrategias de control de ambas enfermedades.

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Además, según Fernández, el proyecto podrá tener aplicación en el control de plagas producidas por estos u otros hongos biotrofos y necrotrofos en otros cultivos de interés comercial en España.

Según la investigadora, se ha desarrollado y está en funcionamiento el kit para determinar resistencias en 'botrytis cinerea', lo que está posibilitando ya informar a los agricultores que envían sus muestras conocer la efectividad de los fungicidas que usan. «En cuatro días le decimos a los productores qué productos pueden emplear de los que están registrados en España. En oídio el proceso se alarga a ocho días», explica Fernández.

La podredumbre gris causada por el hongo necrotrofo 'Botrytis cinerea' es una enfermedad común en los fresales españoles. La enfermedad puede aparecer en cualquier momento del ciclo de cultivo. Durante la campaña de cultivo 2013-2014, la podredumbre gris estuvo presente en torno al 78% de parcelas muestreadas en Andalucía. Este hongo se desarrolla óptimamente en condiciones de alta humedad relativa (95%) y temperaturas entre 17-25ºC, recubriendo rápidamente las zonas afectadas con un polvillo grisáceo. Esta enfermedad conlleva importantes pérdidas económicas y se puede presentar durante el periodo de cultivo, después de la cosecha, durante el almacenamiento, y hasta en el transporte.

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El oídio por su parte está causado por el hongo biotrofo 'Podosphaera aphanis'. Se trata de una enfermedad endémica, con un desarrollo muy rápido cuando encuentra condiciones favorables, por lo que hay que mantener una vigilancia continua sobre ella. Al igual que con la podredumbre gris, la principal estrategia y el método más empleado a nivel mundial en la mayoría de los cultivos para su control consiste en el uso continuado de fungicidas.

Impacto negativo

«El uso inadecuado de estos productos químicos provoca, no solo un impacto negativo en las cosechas, sino también en el suelo, el agua y en la calidad del agroecosistema. Por ello, en este proyecto proponemos desarrollar un novedoso programa de monitorización de resistencias que consta de un kit de campo y una aplicación web que, tras analizar los resultados, genera un informe que es enviado de forma personalizada a cada agricultor con recomendaciones generales y especificas», declara Fernández.

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Para la investigadora de La Mayora, si se quiere llevar a la práctica una agricultura más sostenible y productiva en el cultivo de fresa, se hace necesario el desarrollo de nuevas técnicas que permitan reducir el número de aplicaciones de fungicidas ineficaces. A través del proyecto que lleva a cabo, cada agricultor puede conocer exactamente qué fungicidas son efectivos en su finca, y además, aprenda a combinar y alternar estos compuestos químicos en función de sus mecanismos de acción, para que sean mucho más efectivos a corto y largo plazo, según Fernández.

Para ello, el agricultor debe enviar unas muestras de su parcela con la mayor rapidez posible, preferentemente por mensajería, junto con información sobre su nombre, apellidos, fecha en la que tomo las muestras, localización de la parcela, provincia, código postal, teléfono y email de contacto a Dolores Fernández Ortuño, (Biología y Control de Enfermedades de Plantas. Laboratorio de Micología. IHSM-UMA-CSIC La Mayora. 29750 Algarrobo-Costa, Málaga). El informe que se genera es gratuito y personalizado. En la propia web del IHSM La Mayora se explica cómo deben recoger las muestras (http://www.ihsm.uma-csic.es/proyecto/patogenosdefresa).

Noticia Patrocinada

Fernández comenzó a desarrollar este proyecto durante una estancia en la Universidad de Clemnon (Carolina del Sur, en Estados Unidos), donde trabajó con el profesor Guido Schnabel, una autoridad en la materia.

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