
Y CON UN DISEÑO PROPIO.
Viernes, 18 de noviembre 2016, 00:50
La mejor defensa es un ataque. Esa es, al menos, la estrategia que aplicó Tamara a su llegada en la noche del miércoles a la gala de entrega de los premios Marie Claire, en la que ella recibió el de 'icono nacional'. Nada más ver a los periodistas, abrió fuego. «Tengo un problema de tiroides, que es algo largo y pesado. Aunque estoy poniendo todo para solucionarlo, hace falta tiempo. Me agobié bastante, pero luego he aprendido a amar las curvas femeninas. Y aquí estoy, explicando, antes de que preguntéis, por qué me veis más gorda», soltó con su habitual estilo desenfadado. La hija del marqués de Griñón e Isabel Preysler no sólo llamó la atención por su nueva figura, sino también por un estilismo recargado y poco favorecedor que se alejaba bastante del que suele lucir. Resultó que el vestido que escogió para la fiesta, un modelo en terciopelo de color rosa palo, gasa, pasamanería negra y plata, era un 'Tamara Falcó'. Vamos, que lo había diseñado ella misma. De paso, reveló que su madre le ha encargado el de su boda con Vargas Llosa.
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