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Un proyecto de la UMA fomenta el consumo de la comida sana

Un proyecto de la UMA fomenta el consumo de la comida sana

'FairFood for a Smart Life' tiene como finalidad la inclusión en nuestros hábitos alimentarios de una dieta mediterránea basada en productos tradicionales

ALBA TRUJILLO LÓPEZ

Martes, 17 de mayo 2022, 00:01

Los malos hábitos alimentarios ocasionados por el consumo excesivo de comida basura que tienen los jóvenes hoy en día son más que evidentes. Bien sea por su precio económico y atractivo que logra captar la atención de este público o porque ayudan a salir de un apuro en un momento dado ha ocasionado que el constante consumo de comida rápida se haya convertido en uno de los problemas de salud más graves de nuestra sociedad.

Para prevenir esta mala alimentación, el proyecto Erasmus + ha lanzado un programa liderado, creado y diseñado por la Universidad de Málaga, denominado 'FairFood for a Smart Life', que tiene como finalidad el promover una alimentación saludable a través de la cocina mediterránea: «Lo que busca este proyecto es recuperar la alimentación y los productos tradicionales y típicos, y la forma sencilla de comer con productos de temporada, sobre todo dirigido a los jóvenes para evitar precisamente la adquisición de malos hábitos alimentarios y hacer que conozcan la forma en la que se ha comido tradicionalmente, la forma en la que comieron sus abuelos», confiesa la docente de la Facultad de Económicas y Empresariales de la UMA Ana María Castillo Clavero.

Se puede acceder a este proyecto a través de su plataforma 'on line', (www.fairfoodproject.eu) abierta y sin ningún tipo de registro, es decir, cualquiera puede acceder en cualquier momento, no se recopilan los datos de los usuarios, solo el número de las visitas. «Dentro de la plataforma nos encontramos varios módulos que están destinados a gente que se inicia en el conocimiento de una forma correcta de alimentarse, porque el proyecto se basa sobre todo en la dieta mediterránea, en la pirámide y en las recomendaciones nutricionales de la dieta mediterránea y en la base de esa pirámide está en primer lugar la actividad física y la interacción social en lo que es alimentarte», confiesa la coordinadora de este proyecto.

«La cocina es fundamental para conocer el valor cultural de un país»

Los módulos se clasifican en cinco grupos, tanto en el nivel básico destinado a personas que se están iniciando en el conocimiento de comer de una forma saludable como en el avanzado diseñado para profesionales de la nutrición y gastronomía: «El primer módulo son lecciones generales sobre lo que es una alimentación y un estilo de vida saludable, el segundo sobre productos y variedades de productos característicos, el tercer módulo trata sobre técnicas de conservación de los alimentos, el cuarto sobre técnicas de preparación de alimentos y el quinto módulo son recetas», explica esta catedrática.

Valor cultural

En este último módulo también se pueden encontrar recetas típicas de las regiones y territorios europeos, adaptadas a cada país para facilitar su elaboración, totalizando unas 50 fichas (lecciones) basadas en la metodología de la micro-formación: «Las recetas presentan platos típicos de cada uno de estos países, de Italia hemos intentado buscar recetas más tradicionales y menos conocidas y alimentos en riesgo de desaparición, lo que tratamos es de recuperar ese conocimiento, todos esos cursos están traducidos y adaptados, aunque incido en que no es libro de recetas, sino de educación», confiesa Ana Castillo. En la plataforma también podemos encontrar unos cuestionarios de satisfacción para conocer el efecto que ha causado entre el público.

El proyecto pretende concienciar sobre el papel que comprende la cocina como seña de identidad de un país, y la importancia que supone conocer la gastronomía de otros países: «La cocina no deja de ser un conocimiento que hemos venido desarrollando generaciones en generaciones y que tiene un valor en sí mismo, un valor cultural, es fundamental para conocer una cultura. Hemos conocido antes las comidas de los lugares que los propios lugares en sí mismos», declara Ana Castillo, que explica que por este motivo se ha ido perdiendo la costumbre de la buena alimentación: «Ese valor cultural hay que preservarlo frente a lo que sería toda la invasión y la uniformización de los modos de alimentarse que proceden de la cultura anglosajona, donde todo el mundo come hamburguesas, pizzas industriales y cosas por el estilo, lo que queremos es volver atrás esos malos hábitos y que la gente coma sano, coma comida natural sin procesamientos extraños», añade.

Impacto medioambiental

Aunque el proyecto está pensado para un público joven, también se pretende concienciar a aquellas personas mayores que desconocen el impacto medioambiental y el daño animal que causa la producción de algunos alimentos: «Es una cuestión de educación e inversión de salud para las personas y el planeta, promovemos que se mantengan alimentos tradicionales y que se trabaje la tierra de manera menos intensiva, con menos impacto ambiental que ayude a recuperar las zonas rurales, las personas más mayores no conocen bien cómo afecta estos cultivos intensivos (que dejan el suelo inutilizado) al bienestar animal, o la enorme huella hídrica o de carbono que produce la elaboración de carnes rojas», declara Ana Castillo.

Este programa está financiado por la Comisión Europea y en él han participado cuatro países europeos: Bélgica, Italia, Alemania y Portugal, es por ello que la plataforma está traducida a sus respectivos idiomas, añadiendo el inglés como lengua común entre todos: «En el proceso de traducción se ha hecho un proceso de adaptación, de manera que un ingrediente italiano se pueda sustituir por el correspondiente en nuestro país, la idea es elaborar los platos con elementos sencillos como con lo que se puede comer en cualquier casa», afirma esta catedrática.

Los socios que acompañan a la Universidad de Málaga en este proyecto son la Universidad de Aveiro (Portugal), los consultores europeos IDP (Italia), la asociación sin ánimo de lucro IHF (Bruselas), la empresa Internet Web Solutions y el IES La Rosaleda (España), siendo este último el encargado de implementar la formación en España entre sus estudiantes y los de otros centros similares: «El IES Rosaleda es un centro muy bueno porque tiene todas las enseñanzas de hostelería y turismo en todos los niveles de los cursos básicos, medio y avanzados. Este instituto se encarga de impartir los cursos físicamente porque tienen ese tipo de alumnado y estamos pidiendo que utilicen estos materiales y el cuestionario de 'feedback', al final el objetivo de un proyecto es que llegue a la mayor cantidad de gente posible y que tenga el mayor impacto posible», concluye Ana Castillo.

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