La nueva Ley del Suelo sigue adelante en el Parlamento tras la aprobación de su dictamen

La nueva Ley del Suelo superó ayer un nuevo escollo y sigue adelante en su tramitación parlamentaria tras ser aprobado en comisión parlamentaria el dictamen sobre esta norma, uno de los proyectos estelares del Gobierno de PP y Cs que sufrió antes del pasado verano un duro revés tras su bloqueo en la Cámara.

El apoyo final de Vox, uno de los artífices de su rechazo anterior, y la abstención del PSOE-A en la nueva etapa de liderazgo de Juan Espadas han allanado y acelerado el camino a una ley estratégica, que va contra reloj ante la amenaza de un anticipo electoral que pueda truncar su definitiva aprobación antes de cerrar la legislatura.

El dictamen de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) solo contó con el rechazo de Unidas Podemos, que sostiene que esta norma es «retroceder al modelo del ladrillazo, una apuesta que considera un error para salir de la crisis que no puede volver a permitirse», dijo Toni Valero, uno de los portavoces de la confluencia de izquierdas.

La ley recoge en su dictamen una parte de las enmiendas presentadas por el PSOE-A y Vox, lo que ha permitido su aprobación y, además, que se enriquezca el texto, según el parlamentario del PP-A Juan Bueno, que agradeció el «trabajo sincero» de los grupos políticos para sacar adelante la norma.

El diputado popular resaltó «la urgencia de esta ley que se espera con gran expectación por colectivos, ayuntamientos, empresarios y asociaciones tras décadas con una legislación urbanística tediosa y farragosa que ha bloqueado los planes urbanísticos generando una enorme inseguridad jurídica, además de frenar el desarrollo económico y social de los municipios».

El portavoz adjunto del PSOE-A, Gerardo Sánchez, subrayó la «actitud constructiva» de su grupo y recalcó su disposición al diálogo para la aprobación de esta ley «siempre que se cumplan los requisitos de sostenibilidad», precisando que la mayoría de las enmiendas socialistas iban dirigidas a este apartado al ser el «más flojo de la ley, ya que prácticamente solo aparece en el título», puntualizó.

El principal obstáculo para el PSOE-A es la construcción «indiscriminada» de viviendas unifamiliares en suelo rústico, una cuestión que confían se pueda resolver antes del debate final en el Pleno, ya que rechazan este tipo de construcciones en el campo si no están ligadas a la actividad agrícola, ganadera o turística. Frente a estas críticas del PSOE-A, la Consejería de Fomento de Marifrán Carazo pone de relieve que la edificación en estos terrenos estará muy limitada y solo se permitirán viviendas aisladas y siempre en casos puntuales y sujetas a numerosos condicionantes.

Por último, Vox puso de relieve su «responsabilidad» al respaldar la norma dejando claro que «nunca va a anteponer los intereses del partido al bien común», según expuso su parlamentario Alejandro Hernández. Pese a este apoyo, Vox considera que en el texto hay aspectos que son «manifiestamente mejorables», por lo que anunció que mantendrá las enmiendas que no le han sido aceptadas para el próximo debate final en sesión plenaria.