El Ayuntamiento acepta el tranvía al Civil a cambio de no pagar por las obras del metro

Después de cinco horas de reunión suenan aplausos en el piso superior de la sede de la sociedad concesionaria. Minutos después, las comitivas de la Junta, el Ayuntamiento y la empresa bajan juntas. También se dirigen de la misma manera a los periodistas. Van a comparecer juntos. Buena señal. Hay acuerdo. El metro se prolongará hasta el Civil en superficie, en forma de tranvía, y lo hará por el itinerario que a priori ofrecía mejores perspectivas: por la calle Santa Elena, Eugenio Gross y Blas de Lezo, hasta desembocar en el entorno hospitalario.

A cambio, la Consejería de Fomento exime al Consistorio de pagar nada por las obras ya realizadas (32 millones de euros); se prestará a compensar las infraestructuras que están por hacer con otras de movilidad sostenible en la ciudad, tal y como ocurrió en el caso de Sevilla. Además, se abre la posibilidad a una rebaja en la parte del canon que el Consistorio tiene que poner para el sostenimiento del nuevo medio de transporte.

Pero, sobre todo, el documento suscrito anoche por el alcalde, Francisco de la Torre, y el director general de Movilidad, José Luis Ordóñez, supone el respaldo que la entidad encargada de la construcción y explotación del suburbano necesitaba para desbloquear los más de 45 millones de euros que tiene pendientes de recibir por parte de la entidad encargada de la financiación, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y que son claves para garantizar la pervivencia de la empresa, evitar la entrada en concurso de acreedores y llevar a cabo las contrataciones y las últimas labores necesarias de cara a la próxima entrada en servicio.

«Finalmente, no ha habido manera de que el grupo de expertos pudiera dar su opinión; ha habido insistencia por parte de la Consejería en que sea de la forma en que lo planteaba y la línea de tranvía irá por la zona de Eugenio Gross y Blas de Lezo», dijo el regidor. Respecto a los temas de financiación, comentó que hay coincidencia de criterio en cuanto a la necesidad de estudiar un nuevo marco general. En este sentido, se admite la compensación de la deuda «en términos de inversiones realizadas por el Ayuntamiento en obras de movilidad sostenible». Con esto, añadió De la Torre, se resuelve uno de los puntos de litigio que existían. «Quedan más cuestiones, pero también reconocemos que la Consejería no tiene todavía todos los datos para poder abordarlas con claridad, y necesita un cierto tiempo para ver con la concesionaria las condiciones de la explotación. Pero estamos en un buen clima para, sobre los términos de un modelo de addenda que hemos entregado, se recojan las demás cuestiones que hemos planteado». En este sentido, se abre la puerta a negociar compensaciones por los tajos que quedan por ejecutar.

Para ello, se han previsto próximas reuniones, con un plazo temporal claro: antes de que comience la explotación del nuevo servicio que, dicho sea de paso, aún no tiene fecha de apertura. «Este acuerdo no cabe duda de que era necesario y está en la línea de lo que se había planteado por nuestra parte desde finales de septiembre y aunque hemos sabido de la urgencia perentoria de hacerlo hace muy pocos días hemos procurado hacer todo lo posible para que quedara resuelto como finalmente ha ocurrido».

«El metro tiene futuro»

«Este acuerdo viene a posibilitar que el metro de Málaga tenga futuro y un diseño definitivo, lo que da una certeza a todo el mundo de que tenemos un proyecto de metro común», añadió el delegado de Fomento, Manuel García Peláez, por el cual se llegará hasta la Alameda Principal, a la altura de Atarazanas; y se ampliará la línea 2 en superficie hasta el entorno del Civil. «Esto da viabilidad económica y social y certeza al proyecto, donde la concesionaria ya tiene una garantía de las dos instituciones y la financiación externa también tendrá satisfacción».

Al tiempo, consideró «razonable» el acuerdo para compensar la parte municipal con obras de movilidad. «Creo que se puede abrir una etapa diferente, de encuentro entre el Ayuntamiento y la Junta, a favor de esta inversión que es importante para la ciudad y de este medio de transporte público colectivo». García Peláez coincidió en que el resto de aspectos económicos con el Ayuntamiento se abordarán antes de la puesta en servicio parcial de las líneas 1 y 2. «Hemos tenido capacidad para llegar a un acuerdo y la ciudad no se merecía otra cosa. Ambas instituciones hemos entendido el mensaje que nos daba la sociedad y hemos tenido capacidad de acuerdo».

Por tanto, en las próximas semanas, sobre la base del borrador de un nuevo convenio, para sustituir el de 2003 que ha ofrecido el Ayuntamiento, ambas partes buscarán un acuerdo global que despeje de manera definitiva cómo se pagará tanto la construcción como el mantenimiento del suburbano malagueño.