Diputación aparca la construcción de once viviendas sociales en Nerja

La Diputación de Málaga ha decidido replantear el proyecto para ejecutar once viviendas sociales de protección oficial (VPO) en la zona de Campillo de Vidrio, en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Nerja. Los cambios que está llevando a cabo el equipo de gobierno del PP en el ente supramunicipal en la Empresa Pública de la Vivienda (Emprovima) y la situación del mercado hipotecario e inmobilio, han llevado a los responsables de la empresa a aparcar por el momento el proyecto, que ya contaba con la licencia de obras otorgada por el Consistorio.

Así, el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, en una reciente visita a la localidad confirmó que están replanteándose el proyecto de estas once viviendas sociales, «porque lo que no queremos que ocurra es que construyamos las casas y después no se puedan entregar a los adjudicatarios porque no pueden conseguir el crédito del banco para comprarlas», matizó. «Las dificultades para conseguir créditos están haciendo que haya muchas VPO vacías, por ejemplo en Málaga capital», insistió Bendodo, quien no obstante no descartó proseguir con el proyecto en un futuro, bajo otras fórmulas de promoción como el alquiler con opción a compra.

La parcela donde se proyectaron estas once VPO está situada en la UE-47, en la zona conocida como Campillo de Vidrio. Los terrenos tiene una superficie de 694,78 metros cuadrados y fue adjudicada al Ayuntamiento en concepto del 10% del aprovechamiento medio. El pleno de la corporación aprobó, en noviembre de 2.000, un convenio general de actuación entre el Ayuntamiento y la Empresa Pública Provincial para la Vivienda de Málaga para la promoción de viviendas de protección oficial en Nerja, en cuyo marco se produjo esta cesión. La intención del equipo de gobierno del PP era que estas once viviendas, que tendrían una superficie útil de unos setenta metros cuadrados, trastero y garaje, se puedan comercializar en régimen de alquiler con opción a compra, para evitar que se repitan las dificultades que tuvieron los adjudicatarios de las trece VPO que se construyeron en la urbanización La Noria, también por Emprovima y en un suelo municipal, para obtener créditos bancarios.