Nadal lo eclipsa todo

Era inevitable. La rueda de prensa del equipo español de tenis se convirtió en una especie de multitudinaria presentación olímpica de Rafael Nadal, una figura planetaria cuya presencia en el Centro Internacional de Prensa de Pekín provocó un revuelo de flashes y azafatas y atrajo a cerca de 200 periodistas; un grupo variopinto que esperó con paciencia y resignación de diverso calibre la media hora de retraso con la que se inició el acto.

En la mesa de la sala de conferencias número 4, la más grande del MPC, se sentaron, de izquierda a derecha, Carla Suárez, Tommy Robredo, Ana Isabel Medina, Nicolás Almagro, Virginia Ruano, Rafael Nadal, Nuria Llagostera, David Ferrer, María José Martínez, Emilio Sánchez Vicario y José María Bellón, el portavoz del COE, pero los focos sólo apuntaban al mallorquín, que no puede evitar una cierta incomodidad ante su protagonismo absoluto. A su alrededor, todo se apaga y esa sensación no le debe resultar agradable. Antes de comenzar el turno de preguntas, Bellón advirtió que la comparecencia se limitaría a 20 minutos, ya que los tenistas acababan de llegar de viaje y no habían cenado. -«Agilidad y concreción en las preguntas»-, rogó a los periodistas.

Como era previsible, el número 1 mundial tuvo que explicar, en primer lugar, cómo se sentía siéndolo. Nadal no tiró cohetes.

«Estoy contento porque ha sido un gran triunfo después de tantos años luchando, pero por suerte o por desgracia no hay tiempo para disfrutarlo. Ahora estamos aquí viviendo una experiencia bonita y distinta y trataremos de hacerlo lo mejor posible», comentó el mallorquín, que no ocultó su satisfacción por el ambiente de los Juegos. «La verdad es que es una experiencia inolvidable estar aquí con el resto de deportistas y tener la oportunidad de ver y conocer a algunos a los que veo por la tele», confesó.

Hospedaje

Los tenistas españoles fueron cuestionados sobre la diferencia que supone para ellos pasar de hospedarse en hoteles de cinco estrellas durante la temporada a hacerlo ahora en la Villa Olímpica, una residencia más humilde. La pregunta era genérica, así que Nadal, viendo el cariz que empezaba a tomar la rueda de prensa, repartió juego con un 'passing shot' a la derecha. -«Que conteste una chica»- dijo. -«Vivi»-, propuso Ferrer. Por galones, la Ruano tuvo que coger el micrófono y explicar que no sólo estaban encantados de compartir residencia con otros deportistas sino que, además, los apartamentos de la Villa Olímpica eran magníficos. -«Han hecho un gran trabajo»-, afirmó.

La competición de tenis comienza el próximo domingo. Ese día está previsto el debut conjunto de toda la 'armada española'. El de Manacor, sin embargo, confía en que la organización tenga un detalle con él, al fin y al cabo el número 1 mundial, de modo que pueda superar mejor el 'jet lag' de astronauta que arrastra tras su largo viaje desde Cincinatti. «Físicamente, me siento bien, correcto, dentro de las posibilidades. Tampoco de maravilla, la verdad, porque el calendario está siendo terrorífico. Sólo he tenido una semana de descanso después de Wimbledon y ha sido un año duro y difícil. He tenido doce horas de cambio horario y necesito adaptarme. Espero que me den hasta el lunes», suspiró.

En vista de que todo era Nadal, un informador apostó por un cambio de tercio y preguntó a David Ferrer, al fin al cabo el quinto del mundo, si el calor y la humedad gris y pegajosa de Pekín podían afectarles durante los partidos. Siempre competitivo, el tenista alicantino no quiso buscar excusas. -«Va a ser difícil para todos. Jugamos todo el año con calor y nos adaptaremos bien. Tenemos por delante 4 ó 5 días y estaremos perfectamente», vaticinó. Tras las palabras de Ferrer y una brevísima y apenas audible intervención de Carla Suárez, el protagonismo volvió a recaer en Nadal, en el protagonista. Un periodista marroquí le hizo una pregunta básica y certera, honda en su simpleza infantil. - «¿De dónde te viene esta fuerza?». Mientras su compañeros reían, Nadal dibujó ese gesto tan suyo de desconcierto, haciendo una mueca con los labios, entornando el ojo derecho y alzando la ceja izquierda.

«De las ensaimada»-, apuntó Vivi Ruano, en medio del choteo general. «Tampoco te creas que voy muy sobrado», acabó por contestar Nadal.

Buenos deseos

Después de que el manacorí expresara su deseo de que la increíble racha del deporte español en 2008 continúe en los Juegos y de que Emilio Sánchez Vicario, el capitán del equipo, expresara el suyo de que el tenis contribuya a que España logre superar en Pekín las 22 medallas de Barcelona 92, Nicolás Almagro, David Ferrer y Tommy Robredo volvieron a intervenir. Eso sí, tuvieron que hacerlo para explicar qué suponía para ellos y para su país tener al mejor tenista del mundo. Ferrer aseguró que era, sobre todo, una motivación para los demás tenistas españoles. Robredo, por su parte, pronosticó que Nadal iba a tener un reinado como número uno más largo que el que tuvieron Moyá o Ferrero. Almagro, por último, tiró de sentimientos. «Es el mejor tenista y es todavía mejor persona, un ejemplo en el que fijarnos», dijo. El peloteo provocó la rechifla de los compañeros y Almagro tuvo que explicarse. «Es que esta noche le quiero ganar a la 'play'».