Un pesquero halla en sus redes un cadáver con un ancla al cuello
Un arrastrero de Fuengirola izó el cuerpo de un hombre cubierto por un plástico y con las muñecas atadas con una cuerda
J. CANO
Jueves, 6 de mayo 2010, 12:09
Observó una figura que blanqueaba en el fondo al empezar a subir las redes. «Creí que era un delfín muerto», reconoce el patrón del barco. La maquinilla siguió izando las mallas y descubrió entonces una silueta humana. Acababa de sacar a flote el cadáver de un hombre.
El pesquero faenaba a milla y media de la costa frente a Puerto Marina cuando el patrón decidió levar las redes para comprobar las capturas. Había estado arrastrando el arte de pesca desde el faro de Calaburras hasta Benalmádena. En ese recorrido, el aparejo enganchó en el fondo un ancla cuya cadena estaba anudada al cuello del fallecido.
Los dos tripulantes de la embarcación, con base en Fuengirola, empezaron a levantar el arte a las 8.15 horas de ayer. Diez minutos después, el patrón, que estaba en la popa supervisando las capturas que subían a bordo, avisó a su hermano que habían atrapado el cadáver de un hombre. «Nos tuvimos que ir los dos al puente (la cabina de mando) del mal rato», relata el pescador.
Los marineros intentaron avisar al Servicio Marítimo, pero al ver que no cogían la llamada telefonearon al patrón mayor de la Cofradía de Fuengirola, Juan Antonio Haro. «Fui yo quien llamó a la Guardia Civil del Mar», asegura el representante de los pescadores. «El arrastrero estaba muy cerca de Benalmádena, así que los tardaron muy poco en llegar y se llevaron el cuerpo en una zodiac».
Los guardias llegaron a tierra sobre las nueve y media de la mañana; un par de horas después se procedió al levantamiento del cadáver, que se llevó a cabo en un pantalán de madera del puerto deportivo. El cuerpo corresponde a un varón corpulento. Estaba en avanzado estado de descomposición -podría llevar más de diez días en el agua- y le faltaban los pies y las manos, que se habrían comido los carroñeros marinos.
Todos los indicios apuntan claramente a una muerte violenta. La mitad superior del cuerpo estaba cubierta por un plástico. Según ha podido saber SUR, tenía una cuerda en las muñecas y la cadena de un ancla pequeña, posiblemente de una lancha deportiva, anudada en el cuello.
A última hora de la mañana, el cadáver fue trasladado por la funeraria judicial al Hospital Clínico para que se le hicieran pruebas radiológicas, con el fin de determinar si presenta disparos o heridas internas que revelen la causa de la muerte. Hoy se le realizará la autopsia.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. Los agentes han empezado a revisar las últimas denuncias de desapariciones para intentar identificar al fallecido.
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